Escuchar al maestro

Pregunta: ¿Cómo debe relacionarse a su maestro el grupo que está orientado a la garantía mutua? Porque el maestro nos une con el sistema mutua de las almas.

Respuesta: Un maestro es un instructor, un guía. Él se llama Rav que significa “grande”. En general, cada amigo debe ser para mí como un Rav y, por supuesto, el Creador también es el Rav, porque Él es Grande. También el instructor es un Rav.

¿En qué sentido son Grandes? Es que si uno no engrandece a sus ojos al Creador, al amigo, al mentor, entonces no puede unirse con ellos y recibir algo de ellos. La persona no podrá inclinarse delante de ellos. Y sólo alguien pequeño puede aprender de los grandes.

Por supuesto, debemos percibir  al maestro como un “grande”. Si él es más grande que yo, significa que todo lo que él dice es más importante que lo que yo pienso.  Es importante que el método de corrección sea impartido por un mentor que haya llegado hasta el final del camino y hable de su experiencia.  ¿De quién más podría aprender si quiero seguir el mismo camino?

Por eso inclino la cabeza y acepto la metodología de mi maestro. Recibo sus consejos por encima de mi razón. De otro modo, sólo puedo perderme sin encontrar el camino. El camino espiritual no es visible y, por eso, hay que confiar en el maestro más que en los libros, que cada uno puede percibir a su modo de acuerdo a su propia lógica.

De hecho, cada quien escucha  al maestro en forma distinta, pero el trabajo en común con el grupo aumenta las posibilidades que las palabras del maestro penetren en cada uno. No se puede garantizar, pero  es posible.  Por lo tanto, debo anular totalmente mi ego delante del maestro pues de otro modo, no escucharé nada, y no existe otra fuente verdadera.  Y la medida  es la implementación.

 (25026 – De la lección según el artículo de Rabash, correspondiente al 27 de octubre 2010.)

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