Nosotros debemos imaginar al mundo espiritual como un espacio vacío. Por un lado de este vacío está la persona, y por el otro lado está el Creador, y dentro de este vacío que nos separa, comenzamos a construir todo tipo de conexiones, secciones y formas que nos conectan con el Creador.
Llenamos este espacio con nuestros pensamientos, deseos e intenciones en relación al Creador, con todo tipo de observaciones acerca de la fuerza del deseo: Shoresh (0), Alef (1), Bet (2), Guimel (3), Dalet (4). Esto significa que construimos diferentes secciones dentro de este espacio, formas cercanas al Creador, como una espiral interna, cubos, pirámides y todo tipo de formas geométricas.
Todas estas formas se construyen a partir de los pensamientos, de nuestra intención de alcanzar al Creador en todo tipo de formas, puesto que en cada fenómeno hay cuatro fases, todas las restricciones. Mientras tanto, nosotros no estamos preparados para elevarnos por encima de ellos, entonces estas crean la forma de HaVaYaH.
Sin embargo, después de alcanzar el final de la corrección, todas estas formas separadas desaparecen en cuanto al hecho de que están conectadas en una forma integral que llena este espacio con conexión infinita con el Creador, el cual ya no está separado en varias formas si no mezclado junto en un todo.
(130307)
De la 2° parte de la lección diaria de Cabalá del 3/16/14, El Zóhar)
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