La pandemia está causando una complicación común para toda la humanidad: fatiga por pérdida de propósito, esperanza y recompensa por el esfuerzo. La gente, subconscientemente siente que no hay nada por qué vivir y se hunde en apatía, depresión y abatimiento. El mundo entero parece estar dormido.
Previamente, todos jugábamos en una competencia, construyendo y destruyendo, en constante bullicio, como niños. Ya es imposible seguir con esos juegos, no entendemos qué hacer ni para qué. Hay tantas restricciones. Por eso, la apatía y la desesperación se apoderaron de todos; no hay fuerza para avanzar, ninguna energía, ningún objetivo.
¿Puede ser que el Creador quiere demostrar que no tiene sentido vivir como lo hacíamos antes? En realidad, era un autoengaño, nadie vivía realmente para sí mismo, sólo nos parecía que era así. Si, por la desesperación, comenzamos a pensar en los demás, nos apoyaremos y el Creador también nos apoyará.
¡Y veremos que hay vida después de la muerte de nuestro ego! Una vida hermosa, eterna y perfecta que puede darnos satisfacción, motivo para vivir y una gran energía.
[272885]
De la 2a parte de la lección diaria de Cabalá 25/oct/20, Escritos de Baal HaSulam, “Estudio de las diez Sefirot”
Material relacionado:
La salvación se encuentra en la línea media
Yo soy Abraham en Egipto
Cómo recibir la abundancia Superior