Pregunta: ¿Cómo se logra el estado de “No hay nada más que Él” (Deuteronomio 4:35) para facilitar nuestro trabajo?
Respuesta: Es muy simple. Debe haber un enfoque formal. Cada vez que me pasa algo, con ejercicios sistemáticos trato de volver al pensamiento de que el Creador lo hace todo. Esto se hace de forma mecánica, con ayuda de los amigos del grupo, que se lo recuerdan unos a otros.
Todos intentan volver toman notas en papel o en el celular. En un tiempo, escribí recordatorios en mi mano. porque no había medios de comunicación como los de hoy.
Este es un largo camino que lleva varios años. hasta que empiece a sentir la importancia del Creador. Por eso estamos aprendiendo el concepto de la «grandeza del Creador», porque si Él es importante para mí, lo recuerdo, no lo olvido. Por ejemplo, mi pequeño es importante para mí y pienso en él constantemente, lo recuerdo y quiero hacer todo por él. La importancia lo determina todo.
Por eso, es necesario pensar y hablar de esto, aunque sea de forma mecánica. No se preocupen si parece automático. Eso no le interesa a nadie, no le preocupa a nadie. En cualquier caso, funciona. Incluso cuando es automático, sin emoción, sin deseo, como se dice, “Un centavo y otro centavo forman una gran suma” (Baba Batra 9b).
Lo principal es la importancia. Es necesario pensar constantemente en el Creador, hablar de que Él es el primero y el último, es decir, Él inicia y termina la cadena de causa y efecto donde nos encontramos.
Por mi parte, debo esforzarme constantemente para determinar que Él es la única causa y tratar de distinguirlo detrás de todo lo que sucede. Supongamos que alguien dice algo, veo algo, emocionalmente capto algo. Todo viene de Él.
Siento al Creador en un sistema intermedio: gente, eventos, naturaleza, no importa qué. Hay un tipo de inhibición, un bloqueo en la conexión que me transmite la influencia del Creador. Debo ir constantemente hacia Él. ¡Es lo más importante!
Cuando me sintonizo y trato de sentir que detrás de cada fenómeno, cada sensación, cada pensamiento está el Creador (el pensamiento es mucho más difícil de conectar con el Creador, la sensación es mucho más fácil) y todo está relacionado. con Él, en esa medida reconstruyo el sistema roto y le doy gozo al Creador y trabajo junto con Él. Y comienzan a surgir relaciones muy serias y totalmente nuevas entre el Creador y yo.
Lo principal de nuestra conexión es que Él se vuelve importante para mí. Recuerdo cómo empezó: el Creador, de pronto, se revela detrás de todo, no sólo detrás del grupo, no sólo en este mundo, no sólo con los amigos, no sólo en influencias positivas o negativas sobre mí; más bien, aparentemente descubro que Él es el origen, la influencia.
Es un punto muy importante y debemos desarrollarlo. En el momento en que determines que el Creador es el origen de todo lo que te sucede, te harás más fuerte. En cada momento, en cada evento, pensamiento y sentimiento, trata de traer todo de regreso a Él.
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De Kabtv «Fundamentos de Cabalá» 13/feb/19
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