La cura para la depresión es la conexión con otras personas

El periódico “Globes” ha publicado un amplio artículo sobre “industria de la felicidad”,  la cual nos está haciendo cada vez más infelices. La tasa de depresión en occidente está constantemente creciendo, mientras que la edad promedio de sus víctimas está decreciendo. De acuerdo con los datos de la Organización Mundial de la Salud, para el 2020 la depresión será la segunda causa de discapacidad y muerte en el mundo, sólo superada por las enfermedades cardiovasculares.

La persona moderna se está sumiendo en la soledad,  pero la sociedad no le da un salvavidas. Con excepción del Islam, el rol de la religión como una fuente de apoyo está reducido a nada. Las comunidades están cayéndose a pedazos y el concepto de una gran familia feliz en los países occidentales se está tornando en un sin sentido. Ya que la gente se desplazó al espacio de las comunicaciones virtuales, ellos erróneamente suponen que desde ahora en adelante ellos pueden dirigir sin un entorno real. Como resultado, la persona busca la solución a todos los problemas uno a uno consigo mismo, dentro de su cáscara, posado en una pantalla de computador.

La vida de una sociedad que sufre de déficit de atención, vuela a la velocidad de un rayo. La gente de twitter pone pequeñas vibraciones con la esperanza de tener el tiempo para expresar algo que no será escuchado por nadie más tarde. Cualquier cosa que requiera esfuerzo interno, persistencia, y tiempo es rechazado de raíz. Cuando una persona está vacía, no tiene una meta real, se preocupa y deprime quedándose en eso. Entonces ¿Dónde podemos conseguir aquella meta? ¿Dónde podemos encontrar un significado?

 Hoy en día todas las investigaciones serias afirman que la felicidad se encuentra dentro del contacto con otros, en el otorgamiento, y que el significado real puede revelarse sólo en la interconexión entre nosotros. Viktor Frankl, el famoso psicólogo austriaco, dice que una persona sentada en casa y tratando de encontrar significado por sí mismo, es como alguien tratando de entrar en una puerta abierta, sin entender que esta se abre hacia adentro en lugar de hacia afuera.

“No encontrarás felicidad en una cáscara”, dice uno de los expertos entrevistados en el periódico  “Globes”. Al enfocarse en uno mismo en lugar de extender la mano a los otros, la persona sólo incrementa su narcisismo y depresión.

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