En las noticias (Opinión, Daron Acemoglu, economista norteamericano, actualmente Profesor de Economía Elizabeth y James Killian en MIT): «En este documento vamos a retomar la relación entre la democracia, la redistribución y la desigualdad. En primer lugar, explicamos las razones teóricas por las que se espera que la democracia aumente la redistribución y la reducción de la desigualdad, y por qué esta expectativa puede dejar de hacerse realidad cuando la democracia sea capturada por los segmentos más ricos de la población; en la que ésta atiende las preferencias de la clase media, o abre oportunidades desiguales para los segmentos de la población anteriormente excluidos de dichas actividades, lo que agrava la desigualdad entre una parte importante de la población. Luego dedicamos una nueva y sistemática evidencia de forma reducida sobre el impacto dinámico de la democracia en diversos resultados. Nuestros resultados indican que existe un efecto significativo y robusto de la democracia en los ingresos tributarios como en el porcentaje del PIB, pero no un impacto fuerte en la desigualdad. También encontramos que la democracia se asocia con un aumento de la escolaridad secundaria y una transformación estructural más rápida. Por último, ofrecemos algunas pruebas que indican que la desigualdad tiende a aumentar después de la democratización en la que la economía ya ha sufrido una transformación estructural importante, cuando la desigualdad de la tierra es alta, y cuando la brecha entre la clase media y los pobres es pequeña. Todas estas son ampliamente compatibles con una visión diferente al modelo de redistribución democrática del votante promedio tradicional: la democracia no conlleva a un declive uniforme de la desigualdad post impuestos, pero puede dar lugar a cambios en la redistribución fiscal y a la estructura económica que tiene efectos ambiguos sobre la desigualdad».
Mi comentario: Hoy en día, durante la caída y la desaparición de la clase media, la esperanza del sueño Americano, la brecha entre los ricos y los pobres está ampliándose. En consecuencia, el concepto de democracia aparece cada vez más como puramente teórico. Existe una necesidad creciente de una nueva forma de sociedad con distribución igualitaria, producción y consumo racional, y por experimentar la felicidad en la conexión.
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