La libertad del ángel de la muerte

Cuando desarrollo mi punto en el corazón en una vasija espiritual completa, dentro de ésta, comienzo a sentir la parte oculta de la realidad. Es en este momento que empiezo a identificarme con esta nueva parte revelada del universo. Siento que vivo en esta nueva dimensión y recibo una mayor impresión de ella y del mundo corporal.

Empiezo a percibir sensaciones en mi cuerpo espiritual, el alma, con mayor fuerza que las sensaciones corporales (la vista, el oído, el gusto, el olfato y el tacto). E incluso si mi cuerpo muere, no lo siento como una pérdida pues percibo una realidad mucho más poderosa, que es eterna y perfecta.

A esto debemos llegar. Es por esto que se dice que la Torá “libera del ángel de la muerte”. En la medida que nos elevamos por encima de nuestro “agente funerario” (nuestro deseo egoísta) nos liberamos de cada noción de la muerte corporal.

(22357 – De la cuarta parte de la lección diaria de Cabalá del 1 de octubre 2010, la propuesta de aprendizaje de la Cabalá.)

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