Para despertarnos hacia los estados más avanzados, estos estados empiezan a brillar para nosotros desde lejos, algo allí a la distancia nos parece que brilla como si fuera bueno. Por ejemplo, cuando le muestras a un niño desde lejos un helado. Pero con esto él no se siente bien, sino mal, ¡porque lo emocionamos con este helado que él aun no tiene!
Así nos sentimos nosotros. Y en este caso empezamos a esforzarnos por adelantado. Nos parece que nuestro estado actual es malo y de esta manera aspiramos a un estado mejor. Y de este modo adelantamos.
Cada vez se nos revela un nivel espiritual más avanzado, más alto y tenemos problemas en este. Mientras el niño si entiende que se sentirá mejor al recibir un helado, en este caso nosotros no lo entendemos muy claro, porque nuestro estado es opuesto al avance espiritual. Por eso sentimos un bajón, un estado desagradable. Por eso necesitamos medios adicionales de apoyo: el grupo, los estudios, para convencernos a nosotros mismos que a la distancia brilla para nosotros un futuro mejor.
(58802 – De la 2º parte de la lección diaria de Cabalá del 10/26/2011, El Zóhar)