La meta de la creación es alcanzar el amor, y el significado del amor no es el significado habitual de atracción física que generalmente no está relacionada con el amor, sino en la recepción de satisfacción personal.
El verdadero amor es la conexión por medio de la cual sentimos las deficiencias de los demás y actuamos con el fin de llenar sus deseos. La deficiencia crece durante el ascenso. Está preparada para nosotros con antelación en todos los niveles. Sin embargo, con el fin de alcanzarla, debemos ascender desde abajo, desde la ruptura hacia arriba. Esto significa que siempre avanzamos en contra de nuestro ego, en contra de la ruptura.
Entonces debemos aumentar 620 veces el deseo que estaba preparado para nosotros desde arriba por medio de nuestro esfuerzo, y luego descubriremos 620 veces más fuertemente la conexión que hubo antes entre nosotros.
Es como una gota de semen, un punto del deseo que se adhiere a la Luz de Ein Sof (Infinito) y ahora ha crecido 620 veces más, dado que ella misma debe esforzarse cada vez contra su deseo roto. Por lo tanto, ella atraviesa las fases de Ibur (concepción), Yeniká (amamantamiento) y Mójin (mente), hasta que alcanza la equivalencia de forma con la Luz Superior.
Baal HaSulam escribe en la Carta N º 11, «…pero ustedes deben sentir el amor, y éste se siente solamente en un lugar de deficiencia. Este es el significado de: «El que comparte el sufrimiento del público es recompensado al ver la comodidad del público…»
La preparación para la adhesión con el Creador se logra trabajando con el público donde se concentra toda la deficiencia de Él. Por lo tanto, puedo establecer mi anhelo por el amor. En la medida en que pueda desarrollar dentro de mí el amor por los demás, yo me preparo para la adhesión con el Creador.
«… y según la medida en que la persona asigne, le asignan a ella». La intervención de arriba no puede ser mayor que la intervención de abajo, ya que todo se mide de acuerdo a la deficiencia, y la Luz Superior no tiene medida.
«Ustedes han oído a menudo que todo el bien del despertar desde abajo depende sólo de nuestro aprendizaje con respecto a cómo sentir la deficiencia…» Yo no puedo recibir una deficiencia hecha de antemano, sino que debo establecerla por mí mismo, paso a paso, mediante la búsqueda, los ascensos y descensos, en relación al entorno. No es la deficiencia lo que importa, sino la adquisición del arte de alcanzar la deficiencia. Por lo tanto, yo aprendo los caminos de Dios.
«… como la establece el Creador ante nosotros». Por nosotros mismos no establecemos la deficiencia, sino que la descubrimos a través de nuestros esfuerzos.
Como está escrito, «La oración hace la mitad», porque mientras uno no se sienta como la mitad de la deficiencia, la parte que fue separada de la totalidad, y la parte que no se siente como debería, uno es incapaz del completo Dvekut (adhesión).
Existe una deficiencia, y existe un derivado de la deficiencia, en otras palabras, una deficiencia que es una deficiencia, como la oración antes de la oración. Nosotros sentimos una leve deficiencia por la espiritualidad, pero ésta no es real. Esta nos desgasta y nos causa dolor, y no sabemos qué hacer con ella.
«Esto se debe a que no será considerada ventajosa para él, y uno no mantiene o sostiene una cosa innecesaria». Nosotros no sentimos ninguna deficiencia por esta deficiencia, y de esta forma la sensación real de la deficiencia es la recompensa.
«Nuestros sabios nos dijeron que hay un remedio para esta sensación por medio del poder de la oración. Cuando uno es persistente en la oración y en el anhelo de adherirse a Él perpetuamente, la oración puede hacer la mitad, es decir que él reconocerá que es la mitad. Cuando las chispas se multipliquen y sean absorbidas en los órganos, él ciertamente será recompensado con la salvación completa y la parte se aferrará al todo para siempre».
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De la preparación para la lección diaria de Cabalá del 6/18/14
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