Las cenizas de nuestros deseos

Dr. Michael LaitmanLa Torá, «Levítico» (Tzav), 6:3, 6:4: Y el Cohen (sacerdote) deberá ponerse su túnica de lino, y deberá poner sobre su carne sus pantalones de lino. Y él elevará las cenizas en las que el fuego ha consumido la ofrenda quemada sobre el altar, y las pondrá al lado del altar. Él se quitará entonces sus vestiduras y se pondrá otras vestiduras, y la llevará las cenizas a un lugar limpio por fuera del campamento.

Las ceniza simbolizan la parte quemada de nuestro deseo que no podemos corregir (la cuarta parte, Bejiná Dalet). Entonces, éste se saca del campamento, ya que es imposible utilizarlo.

El campamento se refiere a los cuatro niveles de nuestro ego, que incluyen a los ancianos, a las mujeres, a los niños, a los levitas y a los Cohanim (sacerdotes). Ninguno está autorizado para utilizar el ego más pesado que no puede corregirse. Él sigue siendo parte de la naturaleza, pero no puede usarse, y por tanto se saca afuera.

Esto es similar a la costumbre de tirar parte de la piel después de la circuncisión a la arena y luego deshacerse totalmente de ella. Esto significa que las partes que no podemos utilizar simbolizan los más grandes niveles egoístas que no podemos corregir, ya que no tenemos el Masaj (pantalla) para ello, las fuerzas para resistir.

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Del Kab.TV «Los secretos del Libro Eterno» del 12/6/13

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