Hay un sistema en el que nuestra percepción de la realidad se presenta como la realidad actual de este mundo. En él, la persona tiene libros que fueron escritos por los cabalistas en el pasado, un maestro quien es un cabalista, amigos, el mundo entero, y el Creador quien está oculto, es decir, el atributo de otorgamiento que es contrario a todo lo que la persona descubre en sus cinco sentidos. A excepción este atributo, todo lo demás está a su disposición.
Entonces, ¿cómo podemos utilizar correctamente todos los medios que tenemos, con el fin de alcanzar el atributo general de otorgamiento?
Este es externo a la persona, está por fuera de su «vasija», y ella puede adquirirlo con la ayuda de tres componentes: los libros, el grupo y el maestro. Con la ayuda de estos, ella cumple con el estudio, la difusión y la conexión.
La combinación de todas estas cosas lleva a la persona a convertir sus vasijas, sus deseos, de vasijas recibir en vasijas de otorgar. Ella descubre vasijas cada vez más egoístas que ella convierte a con «el fin de otorgar», de acuerdo a su ahínco y esfuerzo.
¿Qué son este ahínco y esfuerzo?
La persona se aferra a la intención correcta durante el estudio, se conecta con los amigos en el grupo, y sigue los consejos del maestro sin el cual ella no sabe cómo trabajar con los libros y con el grupo. En conjunto, estos tres componentes son llamados «Torá«, es decir un estudio, un método, un medio para alcanzar el atributo de otorgamiento.
A partir de allí, nosotros elegimos las acciones y las relaciones correctas al combinar los libros, el grupo y el maestro dentro de ellas. Así, la persona alcanza los opuestos, al elevarse «por encima de la razón», por encima de su mente y sensaciones, hacia el siguiente nivel…
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