Misión posible

La celebración de Pésaj (Pascua) es un momento especial. Nosotros estamos, como si estuviéramos envueltos en una niebla sutil causada por el agotamiento y la salida de nuestro estado habitual. Es un momento especial en el mundo entero, en el cual las Luces Circundantes están haciendo el trabajo de acuerdo con el orden derivado de la ley de raíz y rama.

Además, estamos entrando en la festividad que nos pertenece directamente a nosotros. No hay raíces espirituales más cercanas y vitales para nosotros que Pésaj. Es todo lo que queremos. Después de haber salido del egoísmo, repetidamente nos recordamos a nosotros mismos acerca del éxodo de Egipto y sólo lo corregimos una y otra vez en todo el camino restante, hasta el final de la corrección. Después de todo, debemos separarnos por completo de Egipto, a tal grado que lo convirtamos en su opuesto: en el otorgamiento.

En este momento, podemos dar un salto, y esa es nuestra tarea en este momento. No importa si somos pequeños y no lo entendemos todo. Y está bien que carezcamos de algo, siempre será así. La sensación de oscuridad, de enredo, de sensaciones y mente confusas, todo es necesario. Tenemos que estar distraídos, así se nos provee en abundancia. Todos nos sentimos confundidos, estupefactos, débiles y así sucesivamente, todos queremos únicamente dormir. Esto es el mejor, el estado óptimo para nosotros.

Pero al mismo tiempo, debemos ejercer esfuerzos estrictamente verificados y precisos dirigidos a nuestra unificación. Si estás quedándote dormido, duerme, pero con una intención correcta. Incluso en esta acción debes conectarte con los puntos en los corazones y entonces derivarlo en el sueño, mientras mantienes la conexión interna con los demás. La unidad necesita ser «presiona». Anda hacia el interior, a pesar de tu somnolencia, y comenzarás a recibir el despertar de los demás.

Cada uno de nosotros carece de inclusión mutua. Si estoy conectado con todos los demás y ellos conmigo, ellos me dan la fuerza de cientos de miles de personas. Se trata de un resultado de la garantía mutua. Si no empleamos esto, no tendremos éxito. Debemos aspirar a la realización de la unidad.

Esta noche, todos nosotros alrededor del mundo, nos sentaremos juntos en la mesa festiva, y no nos centraremos en lo que comemos y bebemos, no en la cena de Pésaj como tal. Esta es sólo una tradición, pero lo que es realmente importante, es si tenemos la intención de elevarnos por encima de nuestro egoísmo hacia el amor y la unificación.

Eso es lo que significa el éxodo de Egipto. Y el resto son sólo interpretaciones. Todos los atributos de la festividad no son más que señales, símbolos de un esfuerzo unificado. Si me presiono con todos los demás, al hacerlo, paso a través de toda la festividad de Pésaj. Esta se me revela.

Por lo tanto, necesitamos ahora un despertar poderoso. Y nosotros realmente somos capaces de hacer un gran avance. Después de todo, somos testigos de cómo la fuerza superior nos empuja de manera progresiva, constantemente organizándonos, y tendiéndose a nosotros. Ahora se requiere un empujón de nuestra parte, y no veo ningún obstáculo para ello. Un poco borroso de sensaciones, ¿es realmente Faraón?

No esperes que se vuelva fácil en algún momento. Nosotros siempre nos movemos en contra de los deseos y pensamientos. El sueño caerá sobre ti, un asunto urgente te mantendrá distraído y la confusión permanecerá siempre. Así es el camino.

(40985 – De la 4º parte  de la lección diaria de Cabalá del 4/18/2011, Baál HaSulám carta 10)

Material Relacionado:
El misterio de la noche de Pascua (Pésaj)
Entrando en una nueva tierra
El final de la esclavitud de Egipto

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *