Mujer del siglo XXI, parte 1

La historia reconoce a muchas mujeres que fueron pioneras en facilitar el camino, que hicieron cambios en el mundo y pusieron las bases para una sociedad más progresiva. En general, se requirieron esfuerzos titánicos, para que las mujeres rompieran con los viejos estereotipos y fueran contra las normas aceptadas y las tradiciones culturales.  

La historia fue escrita básicamente por hombres y hay muy pocos nombres de mujeres. La mujer siempre quedó en segundo plano. Finalmente, la historia se desarrolla de acuerdo a la estructura general de la sociedad, del universo, de la creación, que consta de diez Sefirot.

Esta estructura se desarrolla de arriba a abajo, de la Sefirá Kéter a Maljut. Y a pesar de que todo está intencionado para Maljut, para la parte femenina de la estructura, hasta que llegue su turno, hasta que todo el sistema se desarrolle, el papel de la mujer está oculto. 

Esto se observa a través de la historia, entre todas las naciones y en todos los tiempos. Sólo en el pueblo de Israel, el papel de la mujer siempre se enfatizó más que en los demás, como lo evidencian estos nombres en el Tanaj. Eva, la esposa de Adam, la gran mujer profetiza Batya, la hija del Faraón que crió a Moisés.  

“Batya” significa “hija del Creador” (bet-yod-hei—ב-י-ה), habla de su destino más elevado. La Torá (los cinco libros de Moisés), habla de muchas mujeres que tienen un papel especial en la historia y, siempre positivo. 

Durante los 2,000 años del último exilio, el papel de la mujer pasó a un ocultamiento incluso más grande. En la medida de lo profundo y duradero del exilio, a ese grado, el papel de la mujer permaneció en las sombras; y ahora, conforme salimos de este exilio, las mujeres están adquiriendo mayor libertad y papeles gradualmente más importantes. Particularmente, los más grandes cambios sucedieron en el pasado siglo XX y aún más hoy en el siglo XXI, cuando las mujeres se convirtieron en una parte dominante del desarrollo. 

Esto es muy notorio en el mundo moderno, donde tantas mujeres ocupan posiciones de liderazgo en las empresas e incluso como jefas de estado. No solo está creciendo el poder femenino, sino la imagen de la mujer es cada vez más importante. Como resultado, vemos que todo el mundo existe para desarrollar a Maljut, la parte femenina, conforme al modelo del mundo superior. 

Y a pesar de que Maljut estuvo siempre oculta, porque es la última Sefirá, en la última fase se vuelve la más importante, deja el ocultamiento y se revela en la luz reflejada hasta la misma Kéter. Resulta que el papel de la mujer es el más importante y no obstante que está escrito “Toda la gloria de la hija del Rey está dentro”, ya que ella estuvo oculta todo el tiempo, ahora se pone al frente y comienza a revelarse como la parte más importante. 

Pienso que el siglo XXI traerá mujeres con más tiempo y espacio para que puedan avanzar y aprender sobre su papel en la corrección del mundo. Esas mujeres pueden dirigir al mundo hacia el sublime propósito ante nosotros.

Antes el desarrollo de las mujeres siempre iba retrasado, respecto al desarrollo general. El hecho es que la mujer pertenece a la décima parte de la estructura general. Kéter, Jojmá, Biná, Jesed, Gevurá, Tifféret, Netzaj, Jod, Yesod y la última, Maljut, es la parte femenina del alma. Pero, cuando Maljut pertenece a la recepción, cuando ya existe restricción, pantalla y luz reflejada donde Maljut alcanza a Kéter, entonces la luz llega e ilumina a todas las Sefirot. La luz directa y la reflejada están conectadas. 

Y ante eso, la humanidad despreció el papel de la mujer y no valoró su dignidad. Pero todo esto debe ser corregido en nuestro tiempo, conforme llegamos a la última fase en la que la mujer debe crecer y manifestarse. 

Ya tuvo lugar un cambio cualitativo en el siglo XIX y la fuerza femenina empezó a irrumpir. Las mujeres recibieron el derecho al voto en las elecciones, su acceso a la educación superior. Esto promovió no sólo a las mujeres mismas, sino a la sociedad, sin distinción a su bajo estrato social. La mujer no sólo entró a la fase histórica, social, de gobierno, sino que también impulsó al frágil estrato social que de otra forma no pudo haber surgido.  

La mujer lo cambia todo. Sólo debemos dar un lugar a una mujer, permitirle que se manifieste y toda la vida cambia; y nuestro tiempo es especial, estamos llegando al fin de la corrección del mundo. Todavía falta mucho para ser corregido, pero ya estamos en la recta final y por lo tanto, el papel de la mujer se vuelve cada vez más evidente. 

La mujer exigirá más y más, porque su fuerza natural le empuja; por otro lado, la mitad masculina de la humanidad respetará cada vez más a la mujer. Es necesario explicarle su papel y su deber para que lo cumpla y no descuidarla. 

Si la mujer no cumple con su papel de liderazgo, parecerá que lo  deja al hombre, pero el hombre ya no podrá hacerlo como lo hizo antes. Resulta que los hombres ya no lo hacen y la mujer aún no actúa, estamos entre dos sillas y es muy peligroso. Estos son los tiempos a los que estamos llegando ahora.
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De Kabtv “La mujer en el nuevo mundo,” 30/jun/20

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