Pregunta: Usted dice que la ciencia está en crisis, que está en un callejón sin salida y que ya no puede revelar nada, ¿hay alguien que haya salido de ese callejón?
Respuesta: Para hacerlo, debemos cambiar nuestras cualidades. Es decir, el hombre, como instrumento, se agotó.
Agotó sus sentimientos y su mente porque solo se alimenta de ego. Nuestro deseo es la materia en la que recibimos, sentimos, estudiamos e investigamos. En otras palabras, nuestra materia es nuestro deseo, que ahora alcanzó el umbral de su crecimiento y llegó a su límite.
Por eso, la ciencia se detiene justo cuando todo en nuestro mundo comienza a detenerse lentamente. No tenemos otro lugar a donde ir, ni ese deseo, y tampoco una visión anticipada de adónde ir, por qué y para qué. Estamos en una etapa en la que los científicos lo sienten y muy ampliamente.
La esencia del hombre es el deseo. Hoy nos detiene y al hacerlo, nos desafía a llevarlo al siguiente nivel, de alguna forma.
La sabiduría de la Cabalá dice que solo necesitas pasar a un nuevo sistema de percepción. Cuando percibimos en nuestro deseo todo lo que cae en él, medimos, estudiamos, investigamos y luego, partiendo de esto, construimos nuestra ciencia, nuestra actitud ante la vida y nuestra vida. El mundo espiritual es el mundo de los deseos
En cambio, necesitamos aprender a percibir al revés, no en el sistema de recepción, sino en el sistema de otorgamiento, cuando sales de ti mismo y sientes el mundo que existe fuera de ti, sin que lo alteres.
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