De convención en convención, nosotros vamos hacia la unión a un ritmo cada vez más vertiginoso, y los nuevos compañeros que se unen a nosotros, ya asimilan al vuelo la información, pues ella ya está lista y en la red y, cuando ellos se unen a nosotros, la información entra en ellos de forma natural.
De la misma forma que los niños nacidos ahora, asimilan de forma fácil y natural los juguetes electrónicos, mientras que nosotros tuvimos que estudiar, inventarlos y después acostumbrarnos a ellos, nuestros nuevos compañeros parece que ya estuvieran preparados de antemano para la asimilación de la información espiritual.
Incluso uno puede envidiar cuán rápido se ponen al día los nuevos y que, en medio año, ya conocen lo que a nosotros nos llevó diez años aprender. Pero, como se nos dice, la persona nunca debe tener envidia de su hijo y discípulo.
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De la Convención en Novosibirsk del 9 de Diciembre del 2012, Lección 5
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