El hombre siempre quiere tener máximo rendimiento con mínima inversión. La naturaleza funciona así en todo. Es su ley general. Si lidiamos con el deseo de recibir, el deseo de otorgar, las leyes del desarrollo, la absorción, etc., siempre vemos que la naturaleza se esfuerza por optimar.
Cabalá nos revela una ley universal de la naturaleza, que toma en cuenta su integralidad. En principio, el ego permanece, pero comienza a tener en cuenta todo lo que lo rodea. Y tengo que pensar en los demás, en la correcta interacción con ellos, lo quiera o no, porque de lo contrario, todo volverá a mí como bumerán.
Por lo tanto, el egoísmo, lo quiera o no, se vuelve altruista y toma en consideración a los demás porque yo no puedo existir de otra manera.
Esta forma de actividad mutua, cuando comenzamos a ver nuestra integralidad y trabajamos juntos en un objetivo común, en perfeccionar nuestra vida en todos los niveles, para llegar a la unidad, a la inclusión mutua, en donde debo entender al otro como a mí mismo y a mí mismo como al otro
Así, nos convertimos en una comunidad única, que nos incluye a todos y a las formas inanimadas, vegetales y animales de la naturaleza.
Como resultado, llegamos a un estado en el que nuestros pensamientos cambian. Vemos, no en una forma egoísta estrecha y directa, sino en forma expandida e integral, donde consideramos que todo el mundo es nuestro.
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De Kabtv «Ciencia de la administración»
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