Preparen los ladrillos para la construcción

Dr. Michael LaitmanEl problema es que nosotros salimos correctamente de los descensos, al no darnos cuenta del hecho de que los descensos son los mismos lugares desde donde todo crece y florece. No nos relacionamos con ellos como una nueva construcción, como estados deseables.

Hay una copulación que tiene lugar a la medianoche de la cual nace el hombre, entonces tenemos que entender que todo nuestro trabajo ocurre durante el descenso, durante las aclaraciones que realizamos en la oscuridad, en la que revelamos nuestra naturaleza verdadera y manifiesta. La oscuridad nos obliga a exigir la Luz: no la claridad que nos proporciona el conocimiento, sino la Luz de Jassadim que nos permite ver nuestras vasijas rotas que se revelan en la noche. Debido a que ellas están en contraste con la Luz, parece la oscuridad.

Nosotros comenzamos a ver estas vasijas, a compararlas con las vasijas de otorgamiento, y a preparar nuevas vasijas. Esto es llamado la copulación de Aba e Ima, la preparación para el nacimiento del hombre en el mundo espiritual. Simplemente tenemos que ser creativos en el trabajo con lo que se revela en la oscuridad, trabajar con alegría mientras sentimos la importancia de la meta, al entender que nosotros avanzamos hacia lo que está en la oscuridad.

El descenso nos proporciona el material de construcción. La forma de la oscuridad es la vasija de la revelación de la Luz, como las paredes de una casa. Las tinieblas son los ladrillos que tenemos que convertir en las herramientas para la construcción, y es a partir de ellos que nos construimos nosotros mismos. Además de un deseo de recibir, sólo tenemos una intención que determina la forma en que usamos este deseo.

El deseo y la intención son todo lo que hay en la creación y por eso tenemos que relacionarnos con los descensos de forma creativa. Esto es crucial ahora.
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De la 1º parte de la Lección diaria de Cabalá del 9/13/13, Shamati # 33 «Las suertes en Yom Kippurim y con Hamán»

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