Un valiente buzo en las olas de Luz

Dr.Michael LaitmanAl elevarme y alcanzar un cierto contacto con la Luz, yo supuestamente surjo de las aguas, que aparecen por encima de su superficie. Entonces la misma Luz comienza a trabajar en mí y me arrastra de nuevo para que encuentre mis nuevas partes y deseos corruptos.

Grafico 1

Una vez más hago mi esfuerzo y me elevo a la cima, y nuevamente la Luz me ahoga más. Esto ocurre todo el tiempo hasta que yo complete todas mis correcciones. Por lo tanto, no hay necesidad de pensar que puede haber algo más: Nuestra tarea es tratar de elevarnos constantemente, de llegar, y el trabajo de la Luz es ahogarnos de nuevo. La misma Luz que alcanzamos durante el ascenso causa el próximo descenso.

Entonces, el intercambio de Luz y oscuridad nos permite trabajar. Por lo tanto, todo nuestro trabajo es sólo para hacer un esfuerzo y tratar de nadar hasta la cima. Y, por supuesto, no obtendremos nada más que caídas y así sucesivamente hasta el final de la corrección, cuando llegue el día en el que sólo habrá la Luz. Es decir, nosotros nos elevamos y la Luz no tendrá que ahogarnos, sino sólo llenar nuestros deseos. De esta forma, permanecemos adheridos a la Luz en el estado de corrección final.

Lo más importante es recordar que todas las acciones provienen de una sola fuerza, además la cual no existe nada más, y sólo los actos de Luz. Incluso nuestros esfuerzos, debido a los cuales nos elevamos a nosotros mismos, sólo son posibles gracias a la Luz. Elevarnos significa estar cada vez más apegados a la fuerza superior única que lleva bondad, luego de darnos cuenta de que todo proviene de una sola fuente.

Todo lo que veo ahora es la vestidura del Creador en mis deseos, pero sólo debido a la corrupción de ellos, aun no puedo sentirlo a Él en ellos. Yo tengo que tratar de revelarlo a Él porque esto le dará placer a Él.
(117203)
De la 1º parte de la Lección diaria de Cabalá del 9/20/13, Shamati # 127 «La diferencia entre el núcleo central, la esencia, y la abundancia agregada»

Material Relacionado:
El agua subterránea que cambia el mundo
Somos recompensados ​​de acuerdo a nuestros esfuerzos
¿Pueden medirse los esfuerzos internos?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *