Puesto que aún no sabemos cómo actuar por el bien del Creador, debemos actuar por el bien de nuestro grupo, por el bien de nuestros amigos. Es lo mismo que en la vida ordinaria, una persona nunca vive solo para sí misma; después de todo, ya tiene padres, hijos o incluso nietos, y vive por el bien de todos ellos.
A veces oímos que una persona sueña con dejarlo todo e irse a una isla desierta para cuidar de sí misma. Pero esto es por desesperación, porque una persona debe estar conectada con los demás.
Los medios de comunicación modernos nos conectan cada vez más estrechamente. Como resultado, sentiremos que convivimos con el mundo entero, no solo dentro de nuestro ordenador, sino dentro de nuestro cerebro y corazón, de donde es imposible escapar. De este modo, el Creador nos obligará a unirnos como una sola persona con un solo corazón.
Ahora rechazamos esta conexión pero sin duda se producirá, en parte inconscientemente y en parte según nuestro propio deseo a falta de otra solución.
Todo el mundo tendrá que convertirse en especialista en el campo de la conexión entre las personas. Igual que hoy todo el mundo necesita saber encender un ordenador, introducir una contraseña, utilizar el correo electrónico y otras aplicaciones, en el futuro necesitaremos cada vez más conocimientos para crear una conexión entre corazones.
Saber más La conexión es el futuro de la humanidad
