¿Qué fue primero: la ciencia o la Cabalá?

Entérate de la respuesta a este y más cuestionamientos planteados en la sección de Preguntas y respuestas al Dr Michael Laitman en Quora.

Michael Laitman, en Quora:

¿Cómo ha cambiado la tecnología nuestra interacción con los demás, tanto a nivel local como global? 

Cuanto más nos desarrollamos, nos volvemos más interconectados e interdependientes, tecnológica y económicamente; es decir, cada vez con más conexiones externas con los demás.  

Hemos construido sistemas en los que si un país colapsa, siquiera en uno de sus parámetros que surten al mundo, entonces todo el mundo sufre.   

Se ha vuelto imposible desconectarse del mundo. Nuestras crecientes conexiones globales tecnológicas y otras, son un peldaño hacia la revelación de la conexión tan profunda que compartimos.

Hemos llegado a una fase de desarrollo, en la que podemos entender que somos y estamos globalmente interdependientes e interconectados. Además, cuanto más nos conectamos de forma superficial, más vacíos nos sentimos.    

Por un lado, estamos llegando a darnos cuenta de nuestra necesidad de conexión. Sin embargo experimentamos distintos efectos negativos, a partir de nuestra forma actual externa de conectar. Si descubrimos la forma de conectarnos positivamente con los demás —una conexión positiva profunda, más allá de simplemente enviar al otro, mensajes breves, placenteros, caritas sonrientes y corazones —entonces empezaremos a desentrañar otro mundo que llenará a todos. 

En otras palabras, nuestra creciente interconexión tecnológica, es una preparación para una sensación mucho más profunda de nuestra conexión con los demás —una sensación de total interdependencia.  

Cuando aprendamos positivamente a darnos cuenta de nuestra interdependencia, llegaremos a comprender que encontramos en las otras personas, la fuente de nuestro llenado y que necesitamos a los demás para sentirnos satisfechos.

Entonces, buscaremos la conexión con los demás, según un deseo común de conectar positivamente entre nosotros. Es decir, iremos tras las personas que quieran estar juntos y que quieran encontrar el llenado solamente a partir de nuestra conjunción. 

El Internet se librará del control de personas por dinero y otros intereses de poder. Nuestro deseo sincero de conectar positivamente con los demás, no les dará espacio para manipularnos. 

Ese deseo, de conectar positivamente, nos llevará a la próxima revolución más grande en el mundo virtual, aquella en la que veremos una reconstrucción completa —y todo un nuevo uso—del Internet.

Basado en Kabtv “Recibí una llamada. ¿Qué es tecnología?” con el cabalista Dr. Michael Laitman. Escrito/editado por estudiantes del cabalista Dr. Michael Laitman.

¿Influyen nuestros pensamientos en la naturaleza?

De hecho, nuestros pensamientos influyen en la naturaleza. 

Vivimos en un sistema particular global integral de la naturaleza, lo influimos con nuestros pensamientos y recibimos de él la retroalimentación concordante. 

Es parecido a las leyes que operan en otras escalas, mecánica, electrónica, electromagnética y otras, a nivel material y biológico, cuando presionamos, empujamos o contraemos algo, recibimos una respuesta. Así, cuando pensamos positiva o negativamente de los demás, en consecuencia, recibimos una respuesta. 

La realidad global integral en la que vivimos, es un sistema cerrado y recibimos su respuesta, de acuerdo a nuestras actitudes hacia ella. 

Basado en el video “¿Influyen nuestros pensamientos en la naturaleza?”, con el cabalista Dr. Michael Laitman. Escrito/editado por estudiantes del cabalista Dr. Michael Laitman.

Mira este video

¿Cuál es el futuro del Internet?

En el futuro no necesitaremos conexión por Internet, se sustituirá por una conexión sensorial interna.

En una determinada etapa de nuestro desarrollo, sentiremos la necesidad de pasar de nuestra conexión virtual a una más interna entre nosotros. Cuando sintamos un deseo más profundo de conectarnos más estrechamente con los demás -no virtual, sino espiritual-, entonces nos sentiremos por telepatía.

Así es la red que nos conecta, y llegaremos a una etapa de nuestro desarrollo en la que podamos sentirla.

Descubrimos la red telepática que subyace a nuestra conexión a través de un deseo común.

¿Dónde podemos ver un ejemplo de tal deseo en nuestro mundo actual? Está algo presente en las madres hacia sus hijos.

Las madres sienten una conexión más profunda con sus hijos debido al amor natural que sienten por ellos. A nivel animal, las madres comparten una raíz común con sus hijos debido al proceso de embarazo y nacimiento. En algún momento, los hijos de una madre estuvieron dentro de ella y siente esa conexión de forma innata.

¿Cómo se manifestará entonces el deseo de una conexión más profunda entre todas las personas?

Surgirá dentro de nosotros como parte de nuestro proceso evolutivo.

En comparación con los otros niveles de la naturaleza -el inmóvil, el vegetativo y el animado-, los humanos nos desarrollamos hacia el descubrimiento final de nuestra conexión como colectivo único. Actualmente sentimos esta conexión en un nivel inferior de deseo, en nuestros deseos egoístas en los que intentamos beneficiarnos a costa de la red. Sin embargo, en una etapa posterior de nuestro desarrollo, nuestro deseo se manifestará de forma diferente.

Por un lado, se trata de un proceso evolutivo, pero por otro, esta transformación dependerá en gran medida de las propias personas, si se llevara a cabo únicamente por medios evolutivos, sin nuestra participación consciente, entonces la experimentaremos como forzada y dolorosa, con varias agonías y tormentos. Por eso, llamamos a este proceso el «rodillo de la evolución», este proceso nos ha estado desarrollando a través de presiones y dolores durante miles de años.

Si queremos progresar más rápido, con más conciencia, confianza y felicidad, tenemos que aprender cómo funciona este proceso evolutivo. Así podremos anticiparnos a las presiones futuras, y nuestro mayor conocimiento nos servirá de forma positiva.

Entonces seríamos comparables a un niño inteligente que comprende lo que le exigen sus padres y profesores, y luego cumple con sus deberes de antemano, sin necesidad de castigos.

Sin embargo, los dolores que experimentamos en nuestro desarrollo hacia un estado de sentirnos como una entidad integralmente conectada no son castigos. Son empujones que recibimos para avanzar hacia la transformación que finalmente necesitamos experimentar.

Cuando experimentamos ese cambio, llegamos a sentir nuestra conexión más íntima con los demás y descubrimos una existencia nueva, armoniosa y completa.

Basado en el programa de KabTV «Recibí una llamada. ¿Qué es la tecnología?» con el cabalista Dr. Michael Laitman. Escrito/editado por estudiantes del cabalista Dr. Michael Laitman.

¿Tienes el gen asesino dentro de ti?

Toda persona tiene inclinación a matar porque cada uno de nosotros contiene todo un conjunto de deseos, desde los mejores hasta los peores.

Si matamos a otros, ya sea en la guerra o en cualquier otro estado, en realidad matamos una parte de nosotros mismos porque existimos en un deseo colectivo, un sistema común.

Todo lo que existe en la naturaleza en todos sus niveles -inanimado, vegetativo, animado y hablante- está dentro de nosotros. Por tanto, si matamos a alguien o algo, matamos su parte dentro de nosotros.

Así, nos vemos obligados a justificar el uso que hacemos de cualquier cosa de este mundo, empezando por un trago de aire, pasando por los árboles que talamos, los animales que matamos para comer y terminando con la vida de otras personas. Este principio se extiende a todo lo que tomamos para nosotros, todo requiere algún tipo de corrección.

Cualquier cosa que recibimos para nuestro propio beneficio, matamos esa parte del cosmos y debemos asumir de alguna manera la responsabilidad por ello. Por eso hay varias bendiciones que la gente dice por muchas acciones de este tipo.

Algunas personas sienten inconscientemente una responsabilidad hacia todo lo que toman de la naturaleza. Hay personas que antes de beber algo, vierten un poco de la copa, o cortan un trozo de pan antes de comer y lo dejan a un lado. Estas y otras acciones similares se manifiestan en las costumbres de diversas naciones. Indican su comprensión de que toman de la naturaleza de una manera en la que nunca devolverán lo que toman. Al hacerlo, matamos al universo, y luego deseamos devolver de algún modo lo que tomamos.

Si realizamos este acto de tomar de la naturaleza como una necesidad para nuestra existencia, para mantener nuestras vidas, entonces es otra cuestión. Pero tenemos que entender que somos receptores de la naturaleza, y por eso tenemos ese sentimiento subconsciente de asumir cierto grado de responsabilidad por lo que recibimos.

Además, no importa que no tengamos la culpa de haber sido creados así, ya que no tuvimos elección al respecto. Nuestras vidas fueron creadas así precisamente porque tenemos que entender que vivimos en un mundo en el que, si tomamos algo en beneficio propio, tenemos que pagar por ello, devolverlo. No obstante, debemos reconocer esta responsabilidad y sentir la necesidad de devolver lo que tomamos.

Sobre este principio de asumir la responsabilidad de lo que tomamos, Rabí Akiva dijo que el libro está abierto, y la mano escribe, y la persona toma prestado, pero más tarde tendrá que devolverlo todo. En consecuencia, vemos que cuanto más evolucionamos, más desproporcionadamente tomamos para nosotros, lo que provoca un efecto boomerang negativo a escala mundial; recibimos de vuelta sufrimientos de todo tipo por nuestro exceso de recepción.

Es un asunto complejo porque la naturaleza es un sistema integral cerrado. Para vivir de forma óptima en un sistema así, tenemos que ser muy cuidadosos con lo que tomamos de él, que lo utilizamos todo para devolverlo al sistema.

¿Cómo podemos entonces alcanzar el equilibrio y la armonía con la naturaleza?

Es obteniendo el sentimiento de unidad con la naturaleza, adquiriendo una nueva naturaleza que nos otorga la capacidad de dar tanto como tomamos. Entonces podemos regular cuánto tomamos y cuánto damos.

Estamos evolucionando desde la inconsciencia de nuestra conexión recíproca con la naturaleza -donde podemos tomar de la naturaleza sin pensarlo dos veces, y que nos lleva a todo tipo de formas extremas de sufrimiento como el robo y el asesinato- a un estado de completa consciencia de nuestra reciprocidad con la naturaleza, donde sentiremos que simplemente no podemos tomar de la naturaleza sin la necesidad de devolver proporcionalmente a lo que recibimos. Tal estado nos mantendrá en un estado en el que no tomaremos más que lo esencial de nuestra vida, y aún más, nos ahorrará mucho sufrimiento, incluyendo el robo y el asesinato.

Basado en el programa de KabTV «Noticias con el Dr. Michael Laitman» con el cabalista Dr. Michael Laitman y Semion Vinokur. Escrito/editado por estudiantes del cabalista Dr. Michael Laitman.

 

¿Qué fue primero: la ciencia o la Cabalá?

La ciencia procede de la Cabalá, que fue descubierta por Adán hace más de 5,700 años. Después de Adán, aparecieron cabalistas 20 generaciones antes de Abraham, es decir, antes de la época de la antigua Babilonia, y luego aparecieron otros después de Abraham.

La Cabalá nos dio un sistema. La filosofía surgió de la Cabalá. Existen varias fuentes, documentos y escritos de filósofos antiguos, así como de filósofos y científicos de la Edad Media, comenzando por Platón y Aristóteles, y continuando con Newton, Reuchlin, Leibniz y otros, que describen cómo los primeros filósofos estudiaron con cabalistas, de quienes derivaron su conocimiento. Desarrollaron ese conocimiento en filosofías, y esas filosofías se convirtieron en los fundamentos de las ciencias.

En aquellos tiempos, aspirábamos a aprender sobre la naturaleza general que estaba fuera de nuestra percepción. En otras palabras, teníamos una conexión más estrecha con la naturaleza y nos interesaba conocer el sentido de nuestras vidas.

Hoy puede parecer irreal que una vez se indagara sobre el sentido de nuestras vidas, pero se debe a nuestro actual distanciamiento de la naturaleza, en el que no percibimos lo que significaba estar mucho más cerca de ella en aquellos tiempos. Después, la humanidad evolucionó en sus deseos egoístas, a través de los deseos de dinero, honor y control, y desarrollamos un enfoque mucho más pragmático y tecnológico de la ciencia. Hoy, sin embargo, tras eones de tal desarrollo, hemos llegado a una posición parecida a la de aquellos investigadores pasados de nuestro mundo; estamos volviendo a esa misma pregunta sobre el sentido de nuestras vidas.

Basado en el programa de KabTV «Recibí una llamada. ¿Qué es la ciencia?» con el cabalista Dr. Michael Laitman. Escrito/editado por estudiantes del cabalista Dr. Michael Laitman.

Te recomendamos este video

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *