En nuestro mundo creemos que todo cambia en el exterior, como el clima, el sol, la nieve y la lluvia. Acepto todo como algo que cae sobre mi cabeza.
En realidad, no es así; todo depende de mis atributos. Lo es a tal grado que necesito, gradualmente sentir, incluso los fenómenos externos como la nieve, la lluvia y el sol y, diferentes problemas que podemos encontrar en este mundo, como terremotos y otras cosas así, no como impactos del Creador sobre mí, sino como mis propios atributos.
Mis atributos dictan todos los fenómenos y todo lo que siento en este mundo, mientras yo siento que son, aparentemente la actitud positiva o negativa de la naturaleza o del Creador hacia mí. Su atributo es absoluto otorgamiento positivo.
Imagina que somos muy diferentes del Creador y que sentimos nuestra vida como cambios constantes de malo, a peor, a mejor y después a peor, de mejor a peor, una y otra vez. Constantemente nos sentimos infelices con Él. Existen dos opciones en nuestra actitud hacia el Creador.
Por una parte, podemos relacionarnos con el Creador mismo, pero necesitamos entender que no podemos relacionarnos con el Creador en Sí mismo, porque Él es la fuente del bien absoluto. No importa lo que le atribuimos a Él, no seremos capaces de cambiar nada porque Él es simplemente la fuerza de Luz. Lo único que puede ayudar es la actitud correcta hacia la Luz que emana de Él, no nuestra actitud hacia la fuente, sino hacia la Luz.
Con el fin de relacionarnos correctamente con la Luz, necesitamos entender cómo llega a nosotros, de qué es portadora y cómo podemos entrar en contacto con ella.
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De Kabtv “Fundamentos de Cabalá”, 8/dic/19
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