Receptor del pensamiento común

Pregunta: ¿Es correcto que según la Cabalá, en el momento presente de la existencia de un individuo, no tiene independencia ni un solo pensamiento que le pertenezca? 

Respuesta: Claro que no la  tiene. ¿De dónde? 

¿Qué significa que le pertenezca? ¿De dónde en absoluto, puede llegar el propio pensamiento? ¿De la nada, de algún lugar vacío? ¡Surge de algo! 

Un niño en desarrollo, tiene algunos pensamientos, de pronto empieza a entender algo. ¿De dónde? a final de cuentas, nada llega de la nada. Aparece y se manifiesta.  

Es justo como cuando enciendo la radio. ¿Y qué, que la encendí? tengo que sintonizarla en alguna onda y después me dará cierta información, se manifestará de alguna manera. De hecho, somos receptores de un campo de información común, un pensamiento común. 

Automáticamente seguimos las instrucciones de este pensamiento hasta cierto punto de desarrollo, cuando de pronto algo opuesto se nos muestra. No queremos actuar en automático, como lo hicimos antes. Tengo un deseo que revoluciona, de rebelarme contra este pensamiento, quiero descubrir ¿Para qué? ¿Por qué? ¿Por qué razón existo? y no ser algún tipo de máquina. Tengo que sentir que existo por mi mismo. 

Aquí surge una rebeldía dentro del individuo. A partir de ese momento, tiene la oportunidad de convertirse en un cabalista, es decir, alguien que alcanza este pensamiento desde el exterior y luego está de acuerdo o en desacuerdo con él. Así es como comienza su movimiento de avance hacia este pensamiento, en desacuerdo, en rechazo, en distancia, en oposición. 

Es a partir del hecho que alcanza su oposición y no quiere estar de acuerdo con este pensamiento, que empieza a explorarlo. Él cabalista, empieza a explorarlo y ve cuán perfecto y puro es y quiere recibirlo.

Hace de sí mismo, el receptor de este pensamiento, no automáticamente en la forma en que fue creado, sino de forma independiente, explícita. Esto se conoce como el alcance del Creador. 

 

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