Así en nuestro mundo, no hay almas nuevas como se renuevan los cuerpos, sino solo una cierta cantidad de almas que se encarnan en la rueda de transformación de la forma, pues cada vez revisten un nuevo cuerpo y una nueva generación (Baal HaSulam, “La Paz”).
Pregunta: Hay un cierto número de almas en el mundo que se reencarnan constantemente desde hace miles de años. ¿Cuántas hay?
Respuesta: No importa, pueden ser cinco o diez mil o miles de millones. Se dividen y se conectan constantemente. Vemos que el número de personas en el mundo está creciendo por lo que hay una correspondencia entre el número de almas y el número de cuerpos.
Comentario: Pero Baal HaSulam dice que hay un cierto número de almas (solo una cierta cantidad de almas que encarnan). Sin embargo, vemos que en los últimos cien años el número de personas en el mundo se ha duplicado.
Mi respuesta: Se dividieron entre ellas mismas.
Pregunta: ¿Significa esto que el alma es una especie de estado no fijo?
Respuesta: Sí, es una especie de carga de energía, forma y deseo que puede dividirse en muchos deseos diferentes.
El beneficio de la interrupción entre encarnaciones es que la persona comienza una nueva existencia para cambiar su naturaleza y estructura y en general, su propósito final.
Pero una vida no es suficiente para esto. Se necesitan decenas o centenares de vidas porque el alma misma no hace más que comunicarse con otras almas, y por eso pasa por varios estados.
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