Como resultado de conectar a las personas durante un taller o mesa redonda, se crea la mente colectiva. Tal fenómeno se conoce como la «sabiduría de las masas». Si las personas se unen, entonces emerge una fuerza adicional y nace entre ellas algo nuevo que excede sus capacidades. Cada una posee inteligencia y capacidades mediocres y comete errores al responder las preguntas. Sin embargo, cuando están hablando todas juntas, escuchando las opiniones de las demás y se complementan entre sí, el promedio de respuesta será correcto o muy cercano al correcto.
Cada una de ellas comete un error en una dirección diferente, y por lo tanto, en promedio, la respuesta es correcta. Sin embargo, no es sólo acerca de la ley estadística de los grandes números, sino del aspecto emocional. Cuando las personas se unen y quieren resolver juntas un problema, consiguen un sentido especial. No se trata sólo la respuesta promedio. Dado que han tratado de encontrar una solución en conjunto, surge una adición especial.
No sólo les pedimos una respuesta a cada una de forma individual como en un estudio estadístico, sino que las juntamos y queremos lograr un resultado común. Entonces, ellas no cometen errores. Esta es la consecuencia de la conexión, no sólo una respuesta resultante de promediar el en la que un error compensa otro.
Cuando las personas se conectan, surge una fuerza especial adicional que nos impulsa al siguiente nivel. Todos nosotros estamos en el escalón inferior; diez en el grado inferior son iguales a uno en el grado más elevado, de la misma forma que la totalidad del nivel inanimado es igual a una planta, todas las plantas a un animal, y todos los animales a un ser humano por su poder y esencia.
Esta no es una ecuación simple. La fuerza del Creador debe ser añadida a esto, ya que es necesario que nosotros cambiemos del nivel inanimado, en el que todos los elementos inanimados se unen juntos, al nivel vegetativo para convertirnos en una planta. Sin embargo, debemos saber que esta fuerza está siempre a nuestra disposición. La Luz Superior brilla siempre. Una vez que nos conectemos, la Luz Superior comenzará inmediata y automáticamente a trabajar en nosotros y nos resucitará al siguiente grado.
Por lo tanto, se nos dice que todo el nivel inanimado es equivalente a una planta. La Luz Superior está incluida automáticamente en esta fórmula. Aparentemente sabemos a priori que la Luz Superior actuará y los elevará.
La respuesta común no se obtiene como el promedio de todas las respuestas. Al guiar un taller y formar un círculo, nosotros tenemos que llegar a una decisión común, a una definición que esté en el centro del círculo. No necesitamos diez votos particulares. Eso no producirá nada. Solo complicará las cosas como simple filosofía: Uno dijo esto y otro dijo aquello. Este es el análisis. ¡Sin embargo, nosotros necesitamos síntesis, el factor general que pertenece al grado superior!
Todavía no sabemos cómo utilizar los talleres correctamente. El taller es una vasija espiritual, una herramienta para alcanzar el final de la corrección. Como resultado, tenemos que elevarnos al nivel de la reunión del grupo de Rabí Shimon. Nosotros los nombramos por medio de una palabra mundana como «talleres», pero estos implican una verdadera conexión espiritual. Debemos cambiar los talleres. Trabajaremos en esto. Esto no puede enseñarse simplemente. Esta habilidad viene gradualmente, y la presión desde fuera ayuda en ello.
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De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 10/10/13, Escritos de Baal HaSulam