Se puede convertir en humano

Comentario: Una chica demandó a sus padres, porque nació sin su consentimiento. Como si ella lo pudiera convenir; y al principio, ella incluso ganó en la corte.  

Abajo cito el posteo de esta joven en su cuenta de Instagram:

“Hace algunos meses, demandé a mis padres, por tenerme sin mi permiso; y gané. Entonces, la corte les ordenó que me pagaran $5,000 dólares al mes, para cubrir mis gastos básicos. Entonces, ellos apelaron. De modo que ahora, ya no me tienen que dar el dinero. Y ahora, tengo que conseguir un empleo y me estoy dando cuenta que no tengo ninguna experiencia laboral o alguna educación superior. En ningún lugar me dan $5,000 dólares al mes. Entonces, ¿cómo diablos se supone que tendré para pagar mis deudas?… No tengan hijos, si no los quieren apoyar”.    

Mi Respuesta: En parte, ella tiene razón. Solo depende de cuánto y hasta qué edad hay que ayudarles. Porque si tienes hijos, adquieres la responsabilidad. 

Comentario: Pero ya creció. Es alguien que puede estudiar y trabajar un poco. Pero esta es la relación hacia el mundo, donde la persona simplemente no quiere hacer. 

Mi Respuesta: La entiendo. Si ella realmente no se quiere relacionar con el mundo y lamenta que existe, entonces sus reclamos contra los padres, en general, son comprensibles. 

Pregunta: ¡¿Qué es lo que reclama a los padres?! La apoyaron lo mejor que pudieron; y en cierto momento, dejaron de hacerlo. Ella tiene que apoyarlos a ellos en algún momento. ¡¿Qué clase de reclamos son estos?! 

Respuesta: Pero eso depende de la sociedad, de la educación. 

Comentario: Muchas personas tienen esa pregunta: “¿Por qué nací?”. Algunos les reclaman a sus padres: “¿Por qué me trajiste al mundo?” y otros cuestionan ¿Por qué nací?” Siempre está usted abogando por que surja esta pregunta en la persona. 

Mi Respuesta: Claro. Para que la persona descubra explícitamente ¿para qué nació? 

Pregunta: Y ¿a quién debería uno enviar esta pregunta? 

Respuesta: A uno mismo. ¿A quién más? ¿Qué saben los padres de eso? Tampoco nada; y yo no sé nada. Ellos no son quienes tienen las preguntas, pero yo sí. Entonces, yo voy y las encuentro. 

Pregunta: Si me hago yo mismo esta pregunta, ¿puedo encontrar la respuesta dentro de mí? 

Respuesta: Sí. Solo en tí mismo, puedes encontrar la respuesta. 

Pregunta: ¿Y cómo será? 

Respuesta: Lo que sea, tú encontrarás. Busca el sentido de la vida. 

Pregunta: Cuando la persona se hace a sí misma esta pregunta, y por ejemplo, le llega una respuesta, ¿en qué punto está segura de que esta respuesta es correcta? ¿Puede confiar? 

Respuesta: Dejemos que averigue; y elegirá todas las posibles preguntas y respuestas que tendrá al mismo tiempo; y obtendrá algo interesante.  

Comentario: Si una persona, por ejemplo, no está buscando una respuesta a esta pregunta y vive sencillamente en esta vida y no más. No experimenta descensos ni ascensos. 

Mi Respuesta: Si no busca, muy bien. Hay que dejarle vivir tranquilamente. Por otro lado, la persona que está buscando una respuesta en sí misma, realmente tiene una necesidad urgente de revelar todo sobre sí misma, sobre su historia, su destino: De dónde soy, dónde me encuentro, para qué estoy, etc. 

Pregunta: ¿Usted acepta esto? 

Respuesta: Claro. Se puede convertir en humano, es decir, puede entender: para qué está aquí y qué clase de secreto se encuentra en ella. 

Pregunta: Una persona feliz para usted, es aquella que en la búsqueda del sentido de la vida, experimenta ascensos y descensos, subidas, bajadas. ¿Grandes ascensos y grandes descensos?  

Respuesta: Sí. Pero es un humano.

Pregunta: ¿Y esta es una persona feliz? 

Respuesta: Desconozco si sea feliz. 

Pregunta: ¿Y cuándo será feliz? 

Respuesta: Cuando alcance su centro: para qué existe. 

Pregunta: ¿Puede ser permanente la felicidad si llega a su centro? 

Respuesta: Sí, luego estará en constante felicidad, porque conectará precisamente la pregunta con la respuesta que se hizo a sí mismo.  

 

También te puede interesar ¿El sentido de la vida es el mismo para toda la humanidad?

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *