¿Cómo podemos, durante los Diez Días de Arrepentimiento (Selijot), entre el año nuevo (Rosh Hashana) y el Día de Expiación (Yom Kippur), vernos como malvados completos? Un «malvado completo» seguramente alcanzará el arrepentimiento, Selijot. Pero nos podemos sentir así sólo si la Luz viene y expone nuestra verdadera naturaleza.
Somos ya los malvados completos, excepto que no lo reconocemos porque no hay Luz suficiente. En otras palabras, para llegar a ser el malvado, no tenemos que cometer ninguna transgresión dado que ya estamos en esta. Sólo carecemos de la consciencia de nuestro mal. No hay nada que no hayamos hecho en nuestro egoísmo: robamos, matamos, difundimos rumores; pero no nos dimos cuenta de que era un pecado. Y en realidad, este no es el pecado del que la Torá está hablando y lo que el Creador sugiere.
Prepararse para el arrepentimiento significa tratar de unirte y a través de nuestra unidad atraer la Luz que Reforma. Entonces, descubriremos nuestro pecado, nuestra renuencia para ser como uno. El único pecado es el rechazo a la unicidad. De hecho, una persona haría cualquier cosa, incluso morir, ¡antes que unirse a los otros!
Y cuando una persona se da cuenta de que no hay nada más importante que esto pero no tiene ningún deseo por ello, está listo para arrepentirse. Sólo nos hace falta la consciencia de nuestra maldad para ser capaces de clamar y pedir la fuerza para unirnos, la fuerza de amor y corrección.
(De la primera parte de la lección diaria de Cabalá del 14 de septiembre de 2010, sobre, La preparación para la recepción de la Torá.)
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