Shavuot: La festividad de la Luz en el caos israelí

Dr. Michael LaitmanPregunta: La festividad de Shavuot se está acercando, la festividad de la entrega de la Torá. Pero, la atmósfera en la sociedad israelí no es del todo festiva.

Nuestros hermanos en el sur están temerosos de que pronto no tendrán nada qué comer. Dimona está burbujeando; hay conflictos en Jerusalén entre judíos y árabes y, una gran corrupción cubre al país. Cada día hay nuevos escándalos entre la policía, en las fiscalías y en el mundo criminal.

Cuando pienso en la festividad de la entrega de la Torá, una pregunta surge en mí: “¿Tal vez no necesitamos esta Torá? Si tuviéramos éxito en alcanzar solamente una Mitzvá (mandamiento) en la vida, ‘no robarás’, la vida llegaría a ser mucho mejor”. ¿Cómo tiene que ser percibida esta festividad en todo el caos israelí?

Respuesta: Nosotros no encajamos en esta festividad. No tenemos una conexión con la Torá. Y aunque alguna vez recibimos la Torá, la hemos perdido a lo largo del camino. La Torá es una fuerza que cambia y corrige la naturaleza humana. Todos nosotros somos egoístas, como se dice, “creé la inclinación al mal” (Kiddushin 30b). El Creador anuncia que Él creó sólo la inclinación al mal, el ego, nada má. Y contra el ego, Él dio la Torá. Aparentemente el Creador nos dice: “Si quieren deshacerse de calumnia, robo, asaltos y de todos los problemas, todo el mal que se causan unos a otros, ¡es posible! Pero, no piensen que lo pueden hacer por ustedes mismos. Nada les ayudará, ni un nuevo gobierno, nada ni nadie, ‘¡solamente la Torá! Pero, ¿qué tipo de Torá? La Luz que Reforma”.

Pregunta: ¿Resulta que, en primer lugar debemos querer ser liberados de la inclinación al mal que nos devora? ¿Tiene la sociedad israelí tal deseo hoy en día?

Respuesta: Nos estamos acercando a este estado. El momento en que dejamos Egipto, sentimos que no podíamos tolerar más tiempo este estado llamado ¨Egipto¨, el cual nos estaba rompiendo en pedazos, insertando el mal, nuestro ego y, no estábamos preparados para tolerarnos los unos a los otros entonces, huimos de allí.

Pregunta: ¿Después del éxodo de Egipto recibimos los Diez Mandamientos, incluyendo, ¨no robarás¨?

Respuesta: Recibimos los Diez Mandamientos porque lo quisimos. La condición se nos puso delante: ¨¿Quieren ser garantes los unos de los otros? ¿Quieren llegar a ser como un hombre con un corazón? ¿Quieren ser judíos (Yehudi de la palabra Yichud” [unidad]), es decir vivir todos en unidad? Así que por favor, acepten la Torá! Si no, continuarán en este camino y será su lugar de entierro”

Pregunta: ¿Por qué le dice Dios a una persona: «No hurtarás», si lo creó con la naturaleza de querer robar?

Respuesta: Es para contrarrestar la naturaleza egoísta en ti; así entenderás que todos los robos, todos los problemas y todo el mal que le causas a los demás y a ti mismo se derivan de esta naturaleza y ya no podrás seguir así. Porque esta nación no puede existir por mucho tiempo en un estado como este. Vemos que los problemas son creados alrededor nuestro y no tenemos opción y, que es imposible seguir por este camino. Nunca se ha puesto de manifiesto a tal grado. Así que la gente pensó que estaba en nuestro poder corregirlo, si no con la derecha, entonces con la izquierda, si no es la izquierda, será la derecha o, los partidos del centro podrían hacer algo. Cada persona que alcanzó el poder pensó que podía cambiar algo. Pero vemos que la persona está sola y no tiene el poder de cambiarse ni a sí misma. Esto sólo es posible a condición de que acepte la Torá como un medio de corrección.

Pregunta: ¿Qué es la Torá que puede cambiar a una persona?

Respuesta: Sólo si queremos conectar, si entendemos que toda nuestra corrección se encuentra en la unidad entre nosotros, de acuerdo con el principio «como un solo hombre con un solo corazón», «no hagas a tu amigo lo que es odioso para ti» (Shabat 31a), «amarás a tu prójimo como a ti mismo» (Levítico 19:18), y «todo Israel son hermanos«, si queremos que esto se haga realidad entre nosotros hay una fuerza única que se oculta en la naturaleza, llamada, «Luz Superior» o «Torá«.

Pregunta: ¿Dónde está esta fuerza oculta? ¿De qué lugar se trata?

Respuesta: No hay lugar. Simplemente no lo sientes. Pero puedes obtener esta fuerza y usarla a condición de que empieces a conectar con los demás y que desees unirte con ellos. Así que la condición para recibir la Torá es unión y ser como un solo hombre con un solo corazón, tratar de llegar a ser así y querer ser responsables unos de otros. Será cuando todos queramos librarnos de ese mal en el que existimos.

Todos juntos, desde los representantes de la Corte Suprema a la gente más sencilla, todos debemos corregirnos. Y no tenemos más posibilidad de hacerlo que aceptando la Luz que Reforma, con la ayuda de la Torá de la verdad y la sabiduría de la Cabalá. Esta sabiduría se ocultó hasta hace poco, porque estaba esperando que llegáramos a un estado de agotamiento total. Y ahora es revelada y se nos explica cómo podemos utilizar la verdadera Torá cuya Luz reforma a través de la sabiduría de la Luz.

Si empezamos a conectar entre nosotros correctamente, en grupos de diez personas (tal como una vez Moisés, dividido al pueblo en decenas, centenas y miles) y organizamos talleres especiales para aprender a unirnos, en los cuales cada uno se anula a sí mismo ante los demás, quiere ser integrado con los otros, y siente que es todo corazón junto con los demás, entonces se deduce que dejamos nuestro ego, nuestro «yo» fuera del círculo; mientras que, en el centro del círculo insertamos nuestro deseo de unidad. Y de pronto, en el centro del círculo empezamos a sentir una fuerza única que nos viene de la naturaleza. Esta es una fuerza real; es posible medirla y sentirla. La descubres igual que a todas las fuerzas de la naturaleza. Esta fuerza se llama «Torá» y comienza a corregir tu inclinación al mal, la fuerza del rechazo, el odio, la fuerza que te obliga a robar, mentir y dañar a los demás.

Pregunta: ¿Se deduce que la Torá es una fuerza?

Respuesta: Sí. La Luz que Reforma se llama Torá. En los cinco libros de la Torá se describen estas mismas leyes. La sabiduría de la Cabalá explica cómo podemos usar la Torá para que esta Luz «salga», sea revelada y nos conecte. Así alcanzar el amor y la unidad entre nosotros de acuerdo a los principios de «ama a tu prójimo como a ti mismo» y «todo Israel son hermanos». Esto no existe ahora, no entre seculares, no entre religiosos, no hay amor a nadie. Pero hay que aspirar a adquirirlo. Para ello, desde arriba, se nos da la revelación del mal. Y mira en qué forma lo estamos descubriendo: ¡Nadie puede ser «contagiado», el mal se descubre en todas partes, en toda la nación, entre todo tipo de personas!

Pero si tomamos conciencia de este mal y queremos unirnos, por nuestro esfuerzo una fuerza se dará a conocer y comenzará a conectarnos. Sentiremos que estamos en un campo único en el que trabajamos juntos en adhesión con esta fuerza que se nos revela. Lo comenzaremos a sentirlo como algo superior, esto se llama la revelación del Creador a Sus criaturas en este mundo. Empezamos a descubrirlo y sentirlo de acuerdo a nuestros cambios internos. Esto es específicamente lo que debemos hacer.

Así, en la sabiduría de la Cabalá está escrito que estamos en una generación única que descubrirá el poder superior. Y así tenemos que ver nuestra vida de forma diferente: no verlo todo malo, sino comprender que será bueno si descubrimos el mal en nosotros, ya que nos lleva al descubrimiento del Creador, el poder superior, la Luz y, nos eleva a otro nivel de existencia, al siguiente nivel de desarrollo humano.
[159750]
De la programación de radio Israelí 103FM 17/may/15

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