Si finalmente queremos nacer

Existe un plan claro que tenemos que cumplir paso a paso. Pero en realidad no nos apresuramos o hacemos eso ya que es difícil y poco placentero. Es mucho más placentero pensar que aparentemente estamos avanzando y que todo está bien. Sufrimos un poco ya que no avanzamos lo suficientemente rápido y que recibimos muy poco llenado, pero aún no podemos llamar a esto un estado de nacimiento espiritual.

Debemos entender que si finalmente queremos nacer, tenemos que tomar en cuenta el hecho de que el estado del grupo global y el estado de cada individuo son muy tensos, difíciles y peligrosos.

Podemos decir lo mismo del pueblo de Israel en la tierra de Israel, como nos advierte Baal HaSulam. Él llama a las personas a conectarse con el fin de evitar el sufrimiento, y esto realmente ayuda a pasar por situaciones complicadas y difíciles más fácilmente. Es como un nacimiento que tiene lugar en un hospital moderno, comparado con un nacimiento hace 100 o 500 años cuando muchos nacimientos terminaban con la muerte del bebé y de la madre también. En ese entonces, un nacimiento era una experiencia muy peligrosa, a pesar del hecho de que las personas eran diferentes y muy cercanas a la naturaleza y no había tantas interferencias como hoy.

Mientras más endulcemos esta transición para las personas, sin importar cuánto trabajemos con ellos, de todas formas tendrán que pasar por estados difíciles para acercarse a su nacimiento espiritual. Tendrán que pasar por grandes presiones. Con la ayuda de Ahmadinejad, Obama, y otros enemigos que generalmente son llamados el «Faraón», avanzaremos.

Pero nuestro grupo tiene que ser como Moisés con respecto a las personas, al explicarles lo que está sucediendo y por qué y qué debe hacerse con la situación. Debemos explicarles a las personas que los golpes no impactan el atributo de Israel en nosotros sino al Faraón que está oculto en nosotros. Los golpes impactan al Egipto en nosotros, al Faraón, mientras que el Israel en nosotros continúa viviendo cómodamente en la tierra de Goshén, sin carecer de nada.

Lo principal es entender que tenemos que pasar por un punto muy difícil, un estado muy peligroso y desagradable durante nuestro nacimiento. Tanto el pueblo de Israel como el mundo entero tendrán que pasar por ello. Todos tendrán que verse en una situación muy peligrosa, prácticamente entre la vida y la muerte ¡Es imposible nacer sin esto! Sin esa presión la persona no puede separarse de su ego y nacer de un mundo hacia otro.

Todos tendrán que pasar por este punto crítico ahora; todos están acercándose a este. Es como si estuvieran avanzando en un conducto que se vuelve más estrecho hasta que finalmente se convierte en un punto. Tienes que pasar por este punto para que tu ego permanezca aquí en este lado. Según el grado en el que puedas conectarte con otros, en el que estés listo para ir en esta dirección, tú penetras a través de este diminuto agujero con tu chispa hacia el mundo espiritual.

Tenemos que relacionarnos con este difícil estado como si fuera el estado más hermoso y deseable. Aquí la influencia del entorno es muy importante de manera que nos explique a cada uno y al mundo que «no existe nadie más aparte de Él» y que toda la providencia proviene de una fuente. Entonces tenemos que ver cómo los enemigos de Israel como Ahmadinejad y Obama, en realidad nos ayudan. Es como se nos dice «El Faraón llevó a los hijos de Israel más cerca de nuestro Padre en el Cielo». Pero esto es sólo si somos el pueblo de Israel y no Egipto. Entonces comenzamos a entender el proceso y a participar activamente en este al ver que todos los medios para trabajar están ante nosotros.

(90731 – De la 1° parte de la lección diaria de Cabalá del 19 de Octubre del 2012, Escritos de Baal HaSulam)

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