Recibí una pregunta: ¿No comprendo a quien más debo tomar en cuenta? Yo siento que tomo a todos en cuenta; soy bueno con mis vecinos y con mis padres.
Mi respuesta: Hay muchas personas como usted, ¡pero eso no es suficiente! Si no busca usted ir a asesinar o despojar a sus vecinos, robarlos y violarlos y hasta les riega sus plantas, eso no lo convierte en «considerado»: lo está haciendo únicamente debido a su egoísmo. Actúa así porque sabe que como resultado de este trato sus vidas serán agradables y cómodas.
Hoy en día la Naturaleza requiere mucho más de nosotros. Quiere que realmente cuidemos el uno del otro. Esto es totalmente distinto a lo que estamos haciendo ahora. Tiene usted que preocuparse y ocuparse de los demás como si fueran sus propios hijos. Obviamente, esto va en contra de nuestra naturaleza egoísta. Sin embargo, tenemos que llegar a eso. Se está revelando una nueva ley de la naturaleza que nos obliga a cumplir con ella.
Suponga que lo envían a un país en donde esta ley estuviera vigente. A cada vez que usted rompiera esa ley, se le castigaría severamente. ¿Qué tendría que hacer en ese caso? No tendría otra opción, más que encontrar a alguien que le instruyera sobre esa ley, le diera explicaciones, ejemplos y le transmita el deseo y la fortaleza de aceptarlo. Tendría que buscar a alguien que influyera en usted facilitándole la transformación personal. Si todos a su alrededor hablaran de ello, seguramente usted también estaría de acuerdo en someterse a esta ley. Y si le pusieran el ejemplo, usted también empezaría a actuar como ellos, aún si en un principio se resistiera.
Una persona está conforme con lo que sea cuando no tiene otra opción. Esta ley nos ha caído desde arriba y tenemos la obligación de aceptarla.
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