Somos dos mitades, el masculino y el femenino – enfoque cabalista

Comentario:

Los psicólogos dicen que uno de los factores para prevenir el divorcio y las discusiones, es dormir en la misma cama, necesariamente bajo la misma cobija donde hay que, ya sea definir la relación o mejorarla. No hay lugar a dónde ir. Dicen que no debe ser, en el sentido literal, una brecha entre esposo y esposa, camas o habitaciones separadas.

 

Hasta donde entiendo, esta es una visión moderna, de alguna forma difiere de nuestros antepasados, las mitades, masculina y femenina, entonces se separaban.

Mi Respuesta:

Siempre han sido camas separadas para el hombre y para la mujer. No dormían juntos.

Pregunta:

Díganos, entonces ¿por qué desde el punto de vista espiritual, cada masculino y femenino deben tener su propia mitad, su propia porción?

Respuesta:

Porque de entrada, somos dos mitades.

Pregunta:

Y en nosotros, en el individuo ¿el masculino y el femenino también están divididos?

Respuesta:

¡Por supuesto!

Pregunta:

¿En cada persona?

Respuesta:

No solo en cada persona, en cada átomo, en cada pieza de información. No hay nada que no sea como la conexión de las nueve Sefirot y la décima, Maljut; solo después de que ya están dispuestas para esto y sobre la base de la colisión mutua, ocurre la impregnación, una nueva vida surge de esto, pero todo es solamente temporal, es un acto y nada más. 

Pregunta:

Ahora que la base es clara, ¿por qué deberían estar separadas? Entonces, la pregunta es ¿siempre estarán conectadas?

Respuesta:

De ninguna forma, ¡jamás! Esto se aclarará y corregirá la interacción entre la creación y el Creador.

Pregunta:

¿Es la unión del masculino y el femenino, donde el Creador es el masculino y la creación es el femenino?

Respuesta:

Sí. Es lo mismo que la pregunta: ¿Desaparecerá algún día el egoísmo? No desaparecerá, será utilizado de forma correcta en nuestra conexión.

Pregunta:

Entonces la pregunta cabalística es: “¿Y cuál es la corrección final?”

Respuesta:

Es cuando el egoísmo y el altruismo interactúan entre sí de forma correcta y mantienen un equilibrio claro entre uno y el otro. 

 

El altruismo es el masculino y el egoísmo, es el femenino, la mala inclinación. Se entiende que uno no puede manifestarse sin el otro.

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