Tallen en piedra los nombres de los hijos de Israel

Dr. Michael LaitmanLa Torá, «Éxodo» 28:9-28:12: Y tomarás dos piedras de ónice y grabarás en ellas los nombres de los hijos de Israel. Seis de sus nombres en una piedra y los nombres de los seis restantes en la segunda piedra, de acuerdo al nacimiento de ellos. [Al igual que] el tallado de grabador de gemas, [similar a] los grabados de un sello, ustedes grabarán las dos piedras con los nombres de los hijos de Israel; las engastarán en monturas de oro. Y pondrás aquellas dos piedras sobre las hombreras del efod, como piedras en memoria de los hijos de Israel, y Aarón llevará sus nombres ante el Señor sobre sus dos hombros como un recuerdo.

La piedra (Even) simboliza el corazón de piedra (Lev HaEven), las propiedades egoístas más toscas. Los nombres tienen que estar dibujados y representado en ellas. Los nombres son la personificación de los esfuerzos de la persona, de su trabajo. Cuando la persona realiza un determinado trabajo espiritual, ella es llamada por un nombre que coincide con la altura y el carácter de este trabajo. En otras palabras, una vasija en la que entra la Luz crea un nombre completo. Una forma, el estilo de trabajo de la persona se expresa por medio de un cierto nombre: Moisés, Aarón, Itamar, etc., que constituyen la esencia del trabajo espiritual de un alma o de otra.

Por un lado, los nombres no pueden ser arbitrarios. Por otro lado, la esencia de cada nombre puede cambiar.

Y tomarás dos piedras de ónice, y tallarás en ellas los nombres de los hijos de Israel, significa el estado en el que los líderes de las doce tribus alcanzan este tipo de trabajo, que incluso sus nombres, es decir su semejanza con el Creador, alcanzan el deseo egoísta más profundo, la piedra, el estado de la naturaleza inanimada, y asciende desde el estado más bajo hasta el nivel de los hombros de Aarón.

«Hombros» significa HBD, HGT, NHY. Cuando se levanta una mano, su parte más alta está a nivel del hombro. Esto se refiere a la parte que recibe los cálculos provenientes de la cabeza. La cabeza le pertenece a Aarón, y estas son todas sus intenciones, todo el trabajo espiritual.

Es como si los hijos y todas las otras tribus estuvieran en sus hombros. Así es como se describe alegóricamente el sistema de conexiones entre las diferentes partes de este enorme sistema llamado el alma general.
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Del Kab.TV «Los secretos del Libro Eterno» del 8/19/13

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