Transición hacia el dinero del mundo espiritual

Opinión (liberation.fr): “Imagina al director del Banco Central Europeo en un helicóptero por encima de las ciudades principales, ¡arrojando dinero! Un paso así indicaría la magnitud de la duda acerca de la efectividad de la política monetaria diseñada para impulsar el crecimiento económico y evitar la deflación.

“La tasa de interés del Banco Central Europeo, de acuerdo a la cual presta dinero, se ha reducido gradualmente a 0%. En Francia, incluso se ha vuelto negativa. 40% de las deudas de las naciones europeas (2.86 billones de euros) son negociadas a un valor menor de 0%. Para prevenir la inversión de dinero en cuentas bancarias, han decidido imponerles impuestos, con la esperanza de que los bancos comiencen a dar préstamos. Pero esta política monetaria del Banco Central Europeo no ha dado resultados.

“La distribución directa de dinero entre los habitantes, debe generar una alza en el consumo. Si se da dinero a cada ciudadano, lo gastará inmediatamente, pero la masa de mercancía permanecerá como antes. Como resultado, el dinero distribuido, automáticamente llevará a un incremento en el consumo y a una alza en precios. Muchos economistas consideran absurda esta sugerencia.

“La propuesta de transferencia directa de dinero a las cuentas de los ciudadanos de Europa hace surgir preguntas de carácter democrático, como: ¿quién tomará la decisión respecto al dinero? ¿será el parlamento, elegido de forma democrática o, el Banco independiente, quien decidirá, sin ninguna supervisión de los ciudadanos? ¿a quién y cómo debe ser distribuido el dinero?

Todo depende de la creación de un verdadero presupuesto europeo. Las compañías y las familias no quieren créditos por la incertidumbre del futuro. Los bancos centrales están transfiriendo toneladas de dinero a los conductos económicos, en vano, ninguno llega al objetivo, es decir, no influyen el volumen del consumo”.

Mi comentario: La era del dinero terminó. Debemos buscar otro incentivo -el opuesto espiritual del dinero. Parece imposible reemplazar el inconfundible incentivo egoísta con un nebuloso incentivo altruista, pero el mundo está llegando a esto y el programa interno requiere que se implemente.

“Kesef” (dinero) viene de la palabra “Kisuf” (anhelo), es decir “Masaj” (pantalla) que cubre (Mekasé) al ego y precisamente, habla de no necesitar recibir sino distribuir, justo como los mismos distinguidos economistas lo han dicho.
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