Un lugar digno de una mujer

Nuestro mundo es egoísta. Aquí todo se basa en el egoísmo, la autoridad, estatus y poder. Es por eso que una mujer desempeña un papel secundario en este mundo.

Un hombre goza de más poder e independencia que una mujer. Él no es tan apegado a su casa y a los niños. Conquista el espacio, descubre los continentes, su imaginación y entusiasmo son más fuertes, y él es más apasionado en los juegos. Los hombres van «salvajemente» en este mundo.

 Una mujer, por naturaleza, es más moderada y representa una fuerza más seria. Ella equilibra este mundo, ella encarna el poder del hogar y de la familia. Desde el punto de vista de la continuidad de la raza humana, es la parte más importante de la naturaleza.

Pero como nuestro mundo es egoísta y agresivo, los hombres que poseen la fuerza, la libertad y la capacidad de abrirse paso, por lo general ocupan puestos que no merecen. En consecuencia, ellos definen muchas cosas en este mundo, mientras que las mujeres los tratan con indulgencia y sumisión.

Esto se aplica a todo: la religión, la ciencia, la vida cotidiana, el avance profesional y salarial. Los hombres dejan a las mujeres sólo los lugares que no les interesan. Así es como está construido injustamente nuestro mundo egoísta.

Pero la sabiduría de la Cabalá habla de una realidad totalmente diferente (inversa) donde todo está gobernado por la fuerza de otorgamiento y el amor que unifica todas las diferencias y contradicciones. Tenemos que dar importancia a todo lo que es digno de ella. Esto es lo que demanda la naturaleza, armonía y perfección de nosotros, por no mencionar la sabiduría de la Cabalá.

Si hacemos la transición desde la recepción hasta el otorgamiento, vamos a ver un mundo inverso en el que una mujer (Maljut que se traduce como «El Reino») ocupa un lugar esencial. ¡Ella es quien manda!

Esto se deriva de la estructura de los mundos espirituales. Una mujer (Maljut) se coloca en el centro de todos los mundos, y todo lo que hay, existe sólo por ella ya que ella es quien da a luz y desarrolla un nuevo mundo.

Es por eso que sólo con la ayuda de la sabiduría de la Cabalá una mujer puede alcanzar su propósito genuino y un estado adecuado y justo que naturalmente merece.

(24571 – De  Cabalá para principiantes – Hombres y Mujeres – el 14 de octubre 2010.)

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