Una nueva satisfacción para una nueva necesidad

La persona moderna tiene todas las comodidades de este mundo, pero aun así estamos insatisfechos – de hecho, más que antes. En el pasado, si una persona tenía una hogaza de pan al día, no podía soñar con nada más. Comparado a eso, mira todas las cosas que necesita una persona moderna. ¿Y aun así, está satisfecho? ¡No! Y todos se están preguntando: ¿Por qué?

La satisfacción no se encuentra en el nivel humano, regular, y ninguno de esos nuevos juguetes que tenemos ayudará. Queremos doparnos con «cosas,» pero el vacío que se revela en nosotros viene de un lugar completamente diferente – nuestra falta de similitud con el Creador. ¡Por eso no podemos satisfacerlo con nada más que la sensación del Creador!

Este vacío se forma gradualmente dentro de nosotros y se acumula hasta una medida específica con el fin de «explotar.» Aquí es cuando una persona llega a entender que ya no puede suprimir ese vacío. Tiene que llenarlo ya que de otra manera su vida va a sentirse peor que la muerte. Es imposible encontrar satisfacción para este deseo en este mundo porque es una necesidad el revelar el Mundo Superior, ¡el Creador!

Aun así las fuerzas protectoras del cuerpo nos obligan a buscar formas de confundirnos. Las personas usan drogas, alcohol, o llenan sus vidas con vacías cosas de moda, o con viajes.  Así, como ostras, escondemos nuestras cabezas en la arena para escapar de los problemas.

Así es como opera la fuerza protectora de nuestro ego, deseando probarse a sí mismo que está satisfecho y de ocultar el vacío que nunca puede ser llenado. ¿Por qué pensar en las cosas que nunca podremos alcanzar de todas maneras y así arruinar nuestras vidas?

¡Pero esto no puede continuar por mucho tiempo! Por ahora nos las arreglamos todavía para confundirnos en el nivel «animal» a fin  de evitar el sentir la necesidad no satisfecha en el nivel «humano.» Pero el recubrimiento inevitablemente explotará.

En diferentes periodos a través de la historia estados similares trajeron revoluciones, guerras, y soluciones dramáticas, trágicas. Esperemos que en nuestro caso la solución no sea tan cruel. En nuestro caso, tenemos que elevarnos del nivel de nuestro mundo, el grado «animado,» al nivel del Mundo Superior, el nivel de Adán o el Creador. Esto no está en nuestro poder y la humanidad está comenzando a enloquecer por su propia impotencia.

En nuestro nivel egoísta era posible ascender de un grado al otro por medio de revoluciones, guerras, nuevos regímenes o religiones, y nuevas tecnologías como la impresión de libros, la máquina de vapor, el Internet, y demás. Todo esto proporcionando satisfacción  por un cierto segmento de tiempo, pero ahora el egoísmo se ha agotado y la necesidad de revelar al Creador exige precisamente la satisfacción espiritual. Estamos revelando un nuevo deseo interno: revelar a Aquel que nos controla.

(De la cuarta parte de la lección diaria de Cabalá del 2 de septiembre 2020sobre la Introducción al libro, Panim Meirot uMasbirot.)

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