Recibí unas preguntas sobre vencer los obstáculos a lo largo del camino:
Pregunta: Usted ha dicho: «Todos los obstáculos que uno recibe y recibirá deben intensificarse, y uno no debe eliminarlos sino sobreponerse a ellos». ¿Qué significa esto?
Mi respuesta: Todos los obstáculos en la vida son como los problemas que nos presentan en la escuela. Al resolverlos con la intención de alcanzar los atributos del Creador nos acercamos más a Él. Si supiéramos esto y percibiéramos la vida de esta forma, percibiríamos nuestras vidas como una oportunidad única y saldríamos de la prisión de este mundo para ir al Mundo del Infinito.
Continuación de la pregunta: Después usted dijo, «Uno debe tomar las impresiones que recibe, los Reshimot, y multiplicarlos con la ayuda de los obstáculos. Si lo hacemos, llegaremos al Monte Sinaí y ascenderemos más y más alto.» Por favor explíqueme: ¿cómo puedo multiplicar los Reshimot y los obstáculos?
Mi respuesta: Entre más vamos ascendiendo mediante la corrección propia, se encuentran más y más obstáculos. Ver el punto 133 de la Introducción al Talmud Eser Sefirot.
Es como aquel Rey que deseaba seleccionar de entre sus súbditos a los más leales en el reino y llevarlos a trabajar a su palacio. ¿Qué fue lo que hizo? Emitió una proclama a todo el reino que quien lo deseara, joven o viejo, podría presentarse en el palacio y desempeñar las labores al interior del mismo.
Sin embargo, designó a muchos de sus sirvientes para que custodiaran las puertas del palacio y todos los caminos que conducían a él. Les ordenó que hábilmente engañaran a quien se acercara al palacio para desviarlo del camino que llevaba al mismo.
Naturalmente, toda la gente en el reino empezó a acudir al palacio del Rey. Sin embargo, los diligentes guardias los rechazaban con gran astucia. Muchos de ellos los vencieron y se acercaron a las puertas del palacio, pero los guardias de la entrada eran aún más resueltos. Aunque alguien se acercara a la puerta, ellos lo desviaban y lo alejaban expeditamente hasta que lo desesperaban y hacían que regresara por donde había venido.
Así que iban y venían, y recobraban fuerzas y regresaban, y así sucesivamente por varios días y años hasta que se cansaban de continuar con sus intentos. Sin embargo, únicamente aquellos que fueron heroicos -cuya paciencia perduraba-, y que derrotaron a los guardias y abrieron las puertas, fueron recompensados de inmediato al ver el semblante del Rey y Él le otorgó a cada persona un lugar correcto.
Desde luego, a partir de ese momento no tuvieron que tratar más con los guardias que los desviaban y los engañaban y les hicieron la vida tan difícil durante días y años, corriendo ida y vuelta alrededor de la puerta. Eso es porque ellos fueron bendecidos con el trabajo y servicio ante la gloria del rostro del Rey y dentro de Su palacio.
Pregunta: A lo largo del día experimento alrededor de dos ascensos y dos descensos algunas veces hasta tres. Asciendo cuando desarrollo mi intención y leo textos de las fuentes originales. ¿Cómo se presentará esto en el camino? ¿Según lo entiendo, el tiempo entre los descensos irá disminuyendo? ¿Es esto cierto? ¿Y lo ideal no sería que estos estados estuvieran cambiando cada minuto?
Mi respuesta: ¡No, mucho más seguido!
Pregunta: Usted ha dicho que los Reshimot surgen en nosotros cada segundo. ¿Esto sucede cuando dormimos también?
Mi respuesta: Sí.
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