Ya no somos bárbaros, pero aun no somos altruistas

La naturaleza nos controla con la ayuda de cuatro categorías: misericordia, verdad, justicia y paz. Por supuesto, la mejor es la paz, la cual significa la perfección, y que se puede adquirir con la ayuda de la cualidad de «verdad». Sin embargo, somos incapaces de hacer que esta se vuelva realidad, porque de acuerdo con la verdad, la persona debe ser completamente pura del deseo egoísta y estar totalmente en el otorgamiento. Él debe recibir sólo lo que sea necesario para su vida y otorgar a los demás con todas sus fuerzas.

Todavía no hemos alcanzado estos estados. Nuestra sociedad es incapaz de ello. No pertenecemos a los niveles inanimado, vegetativo, o animado, que funcionan de acuerdo con las leyes y las fuerzas que la naturaleza despierta en ellos. A diferencia de los niveles de la naturaleza, que son egoístas y, como tales, nuestro deseo por el placer desea absorberlo y utilizarlo todo.

Como resultado, no podemos afirmar la categoría de «verdad«. Pero sin que ella, la humanidad enfrenta un problema: Si no damos y proveemos unos a otros con todo, entonces la sociedad es defectuosa por lo tanto experimentamos todo tipo de problemas y desastres. Cuando no hay equilibrio, la gente se siente en desventaja, o, por el contrario, privilegiada.

Por lo tanto, para evitar la completa destrucción del medio ambiente, se despierta en nosotros la categoría de «misericordia». «Misericordia» es una especie de compensación, una manera de que los poderosos compensen las cosas porque tienen la capacidad de utilizar toda la sociedad por el bien de sus propios intereses y entonces asignen un poco más a los débiles. De esa forma utilizamos las categorías de «misericordia» y «justicia».

Por supuesto, estas compensaciones son inadecuadas, pero con su ayuda hemos sido capaces de equilibrar la sociedad. La humanidad ha hecho mucho por el bien de este acto de equilibrio: caridad y organizaciones humanitarias, todo tipo de revoluciones, servicios de salud pública, sistemas educativos, y así sucesivamente. Sin embargo, la naturaleza exige mucho más de nosotros. Últimamente estamos encontrando que nos obliga a crear un sistema de otorgamiento mutuo.

De acuerdo con todos los indicios, hoy tenemos que elevarnos al nivel de «verdad» y «paz», en otras palabras, vivir por el principio, «desde cada uno de acuerdo a su capacidad, hasta cada uno según su necesidad». En los niveles inanimado, vegetativo, y animado este principio se mantiene, por la naturaleza absoluta y de manera instintiva, mientras que la gente tiene que llegar a este al alcanzar la corrección total, por medio del ascenso por encima de su egoísmo y al establecer las interconexiones adecuadas dentro de la sociedad.

Hoy la humanidad está en una fase intermedia. Ya no somos animales ni tribus bárbaras primitivas que viven en un comunismo natural, pero tampoco estamos corregidos. En este momento estamos en el comienzo de la realización de la crisis de nuestra naturaleza, de nuestro egoísmo.

Así que escuchemos lo que dicen los cabalistas: Ellos nos explican que hay una forma y un medio que puede ayudarnos a crear la sociedad perfecta.

(De la 4º parte  de la lección diaria de Cabalá del 5/16/11, «Paz en el Mundo»)

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