En las noticias (de The New York Times): «Nuestra mayor vergüenza nacional» Nuestra prioridad No. 1 debe ser la educación. Esto hace del nuevo paquete fiscal de estímulos un hecho memorable, pues asigna más de $100 mil millones a la educación. El Secretario de Educación, Arne Duncan argumenta: «Tenemos que educar en nuestro camino hacia lograr mejorar la economía, ese es el único medio a largo plazo para llegar allí.»
Mi comentario: Será una verdadera lástima si esta suma no aporta una mejoría. Y existe la posibilidad que no lo haga, porque con el fin de crear un nuevo sistema educativo es necesario crear el ambiente propicio para cada estudiante: uno que evoque nuevos atributos altruistas en ellos (ver el artículo La Libertad). En otras palabras, las escuelas deben proporcionar un día completo de clases, y los niños deberían ir a casa por la tarde para estar con sus padres e ir a dormir. Además, las interacciones entre los niños deben organizarse conforme a un programa nuevo e integral que les enseñe cómo conectarse con la sociedad y tomar en cuenta a cada miembro de ella.
Sin embargo, en el caso anterior, el dinero se gastará en la clase de educación que convierte a los niños en especialistas diversos, mientras que el problema real está en la crianza: cómo convertir a un niño en un ser humano.
(En la foto de arriba estoy con mi hijo y mi hija. Ambos fueron criados dentro de un sistema educativo cabalista y ahora tienen carreras de éxito en la Cabalá).
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