¿Puede el G-20 establecer un equilibrio correcto de poder?

power-balanceRecibí una pregunta: ¿Qué clase de equilibrio de poder debería establecerse en el mundo? Los líderes del G-20 desean crear un mejor equilibrio de poder entre los diferentes países para asegurarse que ninguno de ellos pueda controlar a los demás. ¿Cómo visualiza el mapa del equilibrio de poder en el mundo si se estructurara correctamente?

Mi respuesta: No veo que sea la situación sea buena. Cualquier acción basada en el ego humano ignora las necesidades interiores de las relaciones entre las personas. Por consiguiente, aunque se realice en pro del equilibrio va a conducir al reconocimiento del mal y se manifestará en forma negativa. De hecho, la gente no reconoce la maldad dentro de sí de otra forma. Si no se produce una corrección de relaciones interpersonales, es inútil crear una nueva regulación. No va a servir de nada y tan sólo llevará a un estado de mayor corrupción. 

Nuestro mundo tiene todo lo necesario: recursos naturales, industrias desarrolladas, maquinarias, tecnología, economía, un sistema bancario y agricultura. Todo está afinado al 100%. Lo único que falta es una conexión entre nosotros. Esa conexión no puede alcanzarse por medio de una regulación, que es lo que los líderes del G-20 esperan emplear para solucionar los problemas a nivel corporal. Están pensando, «Vamos a crear una computadora especial que realice todos los cálculos correctos».

Pero la realidad es que los cálculos que necesitan hacerse se encuentran dentro de nosotros y tienen que efectuarse para beneficio del prójimo. ¿Qué es lo que Baal HaSulam dice en el periódico La Nación? Él escribe, «La distribución entre todos debe ser justa. Petróleo, gas, metales y todo en la Tierra le pertenece a toda la humanidad en igual medida. Usted no puede tener nada si alguien más no lo tiene, porque le pertenece a todos por igual».

Todas las personas deben trabajar para beneficio de los demás y hacerlo por voluntad propia, en vez de realizarlo como resultado de una regulación. Utilizar una regulación para lograrlo sería semejante a la KGB de Rusia. Esto tiene que suceder por nuestro propio deseo.

Por lo tanto, ¿cuál es el punto de referencia con el que debemos empezar ahora? Es la educación: aprender de dónde viene el problema. No es necesario hacer nada en el mundo excepto la corrección interior del hombre. Hasta el clima cambiaría como resultado. No tenemos otra salida a esta situación. Y el propósito de nuestra diseminación es dar a conocer estos hechos.

Los líderes del G-20 son como niños que se reunirán en su cumbre y actuarán como si tuvieran la solución entre las manos. Más tarde, intentarán implementarla en el mundo y eso fracasará como todas las veces anteriores. Todos ellos fracasarán. 

Existen muchos programas como este ahora. Por ejemplo, el gobierno japonés empezó a regalar dinero a su pueblo. Pero, la gente no lo gastará, lo ahorrá para algún momento de necesidad. Sin embargo, el gobierno supone que la gente correrá de inmediato a las tiendas para gastarlo. ¿Cómo voy a gastar dinero si no sé lo que me sucederá el día de mañana?

El mundo entero está «congelado». Todo se ha detenido. Y la única razón es que nuestras intenciones no están dirigidas a beneficiarnos unos a otros. Esperemos que nos escuchen.

(Tomado de la lección sobre el artículo de Baal HaSulam, La Libertad, del 13 de marzo del 2009)

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