Pregunta: Un nuevo fenómeno ha surgido en Israel: amenazas dirigidas a los ricos. La gente los acusa de enriquecimiento a cuenta de la nación y demanda que devuelvan el dinero…
Respuesta: Por ejemplo, yo nací como un príncipe en una familia de la realeza, mientras que tú eres un hijo de mi jardinero. ¿Somos culpables de nuestro origen? No. Me preparan para la vida en la alta sociedad, mientras que a ti te preparan para cortar el césped. ¿Podemos compararnos de alguna manera? No sabemos el trasfondo, la razón de tal destino. ¿Es posible que en la encarnación anterior la situación hubiera sido al revés? Para sacar conclusiones, necesitamos observar toda la situación, pero ésta permanece oculta de nosotros hasta el final de la corrección.
Algunas personas tuvieron éxito en su vida gracias a sus propios esfuerzos, otras recibieron una herencia de sus padres. Alguien, cuando era joven, hizo una carrera exitosa en la esfera del Internet, mientras que tu y yo no somos lo suficientemente inteligentes o, puede ser, afortunados para llevar a cabo algo así. Sin embargo, no sabemos, no vemos, dónde empieza y termina todo.
Las personas no se hacen ricas gracias a un milagro. Algunas personas han heredado capitales. Para los demás las condiciones correspondientes fueron “establecidas” desde Arriba: de acuerdo a sus esfuerzos, capacidades, de acuerdo con el programa general.
Entonces, si uno es rico en el marco de la legislación vigente y bajo las normas aceptadas en la sociedad, no puedes demandar que te den su dinero. Él pagó impuestos, está limpio ante la sociedad. Sí, cada mes él gana cinco millones, mientras que tú sólo quinientos shekel. Sin embargo, ¿qué derecho tienes para “expropiar” sus fondos? Dicha expropiación parece más un robo a media noche.
¿Y lo llamas “justicia”? ¿Sobre qué base?
En realidad, si desprecias y maldices al hombre rico, lo envidias. ¿Cómo imaginas entonces la justicia si estuvieras en su lugar? Eres similar a los bolcheviques que por fuerza confiscaban el dinero de los capitalistas.
Debemos entender, que tales “iniciativas” se derivan del deseo de destruir el país. Ellas nunca llegarán a ser iniciativas creativas, y su único resultado es la destrucción. Una persona, que le llama a esto “justicia”, en realidad actúa astutamente en detrimento de todos nosotros, y, por encima de todo, causa daño a los pobres. Así no lograremos nada.
(56712 – De la 5º parte de la lección diaria de Cabalá del 10/6/2011, «Paz en el Mundo»)