Babel – la segunda ronda, parte 2

Pregunta: ¿Cuál es la fuerza especial de atracción en la tribu?

Respuesta: La tribu es un útero, una madre, un lugar donde puedo sentirme confiado y seguro. Fuimos hechos por la naturaleza para que cuando estamos entre parientes no nos preocupemos por nada. Incluso si no hay nada para comer y el futuro es incierto, incluso si hay guerra, estoy dentro de la fuerza general de la naturaleza que me protege.

Es también una protección psicológica que todos entienden. Se siente tanto en la gran ciudad como en la pequeña aldea. Aparte, la sensación de seguridad no viene de la gente, sino de la naturaleza en general. La naturaleza es como una gran madre y estoy dentro de una pequeña madre, mi tribu.

La familia es una tribu más pequeña. La persona llega a casa, a la cálida atmósfera familiar y todos los problemas y conflictos del gran mundo se aplacan. Por lo menos en la noche, se olvida de todos sus problemas y goza de bienestar y de la compañía de la familia. Estaba preocupado, pero aquí es como si aterrizara en un cojín de aire, en una cálida, tranquila y suave nube.

Este sentimiento es necesario, especialmente para el hombre. La mujer, al estar más cerca de la naturaleza, puede lidiar con problemas más fácilmente que el hombre. El hombre es valiente y dispuestos a luchar, pero es por miedo a los problemas y la inseguridad.

La mujer en la familia, aunque puede parecer preocupada externamente, de hecho es la fuente de fuerza y tranquilidad. El hombre recibe la sensación de tranquilidad en la familia, en la mujer y eso le ayuda a equilibrar su vida y a aliviar la presión y el estrés.

La tribu es exactamente esa coraza, ese marco y está específicamente diseñado para que la persona viva dentro y no salga. La salida de la tribu única y la división en naciones ocurrió en la antigua Babilonia, cuando el gran egoísmo estalló y ya no se pudieron entender. Y comenzaron a dispersarse por todo el globo, aumentando la distancia entre unos y otros, porque comenzaron a pelear.

Si en ese tiempo hubieran superado su creciente ego, habrían conservado sus lazos tribales en un nivel superior, por encima del creciente egoísmo. Y hubieran descubierto la fuerza interna en ellos mismos, la fuerza positiva de la naturaleza que equilibra la fuerza negativa del egoísmo.

Este es el secreto del vientre de la madre; hay una fuerza positiva que aún debemos descubrir. Si la gente hubiera seguido el consejo de Abraham en la antigua Babilonia, habría descubierto la fuerza superior, la fuerza positiva de la naturaleza.

Pero como siguieron su ego, se dispersaron de Babilonia en todas direcciones y hasta hoy, cada nación se siente totalmente separada. Incluso entre la gente que inicialmente vivió como una sola tribu, ya no queda unidad.

Mientras más crecía el egoísmo, más, por instinto, se alejaban de los demás, para que nuestros intereses egoístas no se enfrentaran con otros. Así fue creado el mundo moderno.

Sin embargo, en los últimos 30 o 40 años, el mundo se volvió global e integral como una pequeña aldea y nuestro ego nos une de nuevo. ¿Qué hemos logrado en más de 3,500 años? Pensamos que nuestra vida sería mejor y más cómoda, pero volvimos a lo que habíamos dejado y todo se volvió aún peor.

En lugar de unos pocos millones de babilonios, hoy hay miles de millones de habitantes en la Tierra y no pueden llevarse bien. Nuestro egoísmo no nos permitirá vivir en paz. Resulta que tendremos que seguir el consejo que Abraham dio en la antigua Babilonia y construir entre nosotros la tribu que tiene que existir, aunque fue destruida hace 3,500 años.
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De Kabtv «Una nueva vida #794” 29/nov/16

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