Cómo construir sus diez Sefirot y llenarlas con la Luz del Creador

womenRecibí una pregunta: El Prefacio al Comentario Sulam, describe un sistema que es externo en relación al hombre. ¿Así que como se supone que debo visualizar el hecho que este sistema esté relacionado conmigo y se encuentre dentro de mí?

Mi respuesta: No hay un alma dentro de mi cuerpo animado. Mi cuerpo no contiene las diez Sefirot del alma. Lo único que tengo es un punto inicial y tengo que construir las diez Sefirot a partir de eso. Este punto se originó dentro de mis deseos egoístas. Cuando hago una conexión con los otros puntos en el corazón utilizando mi egoísmo, entonces mi ego me da el material, los deseos y la conexión con otras personas y eso creará la estructura de las diez Sefirot dentro de mí.

Entonces yo me convertiré en el punto de Maljut, la décima Sefira y mis primeras nuevas Sefirot estarán comprendidas en mi actitud hacia las demás personas. Todas las otras almas, todo lo que veo frente a mí, el mundo entero y todo lo que rodea son mis nueve Sefirot (Tet Rishonot). Cuando las conecto a mi con amor, con el entendimiento que todos somos un todo, entonces me elevo por encima de mi egoísmo y si soy capaz de elevarme por encima de mi Maljut con el fin de otorgar, entonces yo conectaré estos atributos exteriores de otorgamiento a mi mismo.

Es entonces cuando mi alma, el Partzuf completo compuesto de diez Sefirot, aparecerá dentro de mí. Y es allí exactamente en donde revelaré al Creador: dentro de los deseos que he adquirido a través del otorgamiento a los demás.

Todo a mí alrededor es la estructura de mi propia alma. Pero después del rompimiento del alma y la caída en el egoísmo, empecé a desear utilizar estas otras partes de mí egoístamente, para recibir todo lo que ellas tienen. Ahora, tengo que volver a otorgarles. Tengo que reconectarlas conmigo a través del amor y es así como revelaré la Luz de mi alma: dentro de ellas.

Yo no puedo revelar la Luz dentro de mí, en Maljut, porque la primera restricción (Tzimtzum Alef) no puede revocarse. Por eso es que todo depende de que yo salga de mi mismo y me conecte con las otras almas, sintiendo sus deseos como si fueras míos. Dentro de este deseo común, revelaré al Creador.

(Extracto de la tercera parte de la lección diaria de Cabalá sobre el Prefacio al Comentario Sulam)

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