Cómo construir un callejón hacia el Mundo Superior

Todas nuestras plegarias sólo pueden ser por el deseo de otorgar. Pero cuando un deseo no se vuelve realidad en mucho tiempo, la persona alcanza la desesperación porque ella sigue existiendo con los deseos de disfrutar.

Si yo he tenido deseos de otorgamiento, no debo desesperarme. Debo llenarme al anticiparlo. Pero, ya que mis deseos son egoístas, mi aspiración por otorgar no me llena.

Así es como la persona cae. Se dice: Ay de aquel que abandone sus esfuerzos antes de haberlos completado. Es en esta situación cuando el grupo tiene que ayudar a la persona a soportar para que ella sea capaz de adicionar otra gota por encima de esa barrera de la desesperación que ella ha alcanzado, sin importar cuán incapaz de hacerlo sea la persona. Este es precisamente el lugar donde ella tiene que adicionar un poco más de esfuerzo, en el mismo lugar donde parece que ella ha alcanzado la desesperación total, usando la fuerza adicional que ella recibe del entorno.

Estas adiciones son las que construyen el callejón hacia el mundo espiritual. Después de todo, ellas nos despiertan una plegaria adicional, la cual es respondida por la Luz que viene y convierte el deseo en uno de otorgamiento.

¡Entonces nosotros comenzamos a disfrutar el otorgamiento, en el cual nunca puede haber desilusiones! No hay ninguna restricción en el mundo del otorgamiento. ¡El mundo entero está frente a ti, adelante, llénate sin ningún límite, infinitamente! ¡Haz lo que quieras hacer!

Después de todo, si tu intención es otorgar al prójimo, entonces no hay restricciones para ti.

(37149 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 3/6/11, Escritos de Rabásh)

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