¿Cómo desarrollar las inclinaciones propias?

El entorno determina qué inclinaciones están más desarrolladas en una persona (con respecto al nivel animal y al nivel del hombre), cómo las usamos, y cuál de ellas desarrollamos a un nivel mayor o menor.

Si los padres ponen a su hijo en un entorno en el que, digamos, la ciencia es valorada por encima de todo, entonces no es ninguna sorpresa que el niño se impregne de su importancia y comience a entender que el desarrollo en esa dirección es una empresa extremadamente importante y honorable. E incluso cuando hasta entonces tenía sólo inclinaciones rudimentarias por la ciencia, digamos, que solamente quería aprender algunas cosas interesantes de la vida (que básicamente es un deseo compartido en común), bajo la influencia del entorno, esas habilidades se desarrollaron en él de una manera especial.

En otras palabras, el entorno circundante puede alterar el balance de mis inclinaciones dentro de mí y desarrollar algunas de ellas más que otras.

Yo mismo experimenté esto. Mis padres realmente querían que desarrollara mis habilidades al máximo, lo mejor posible, y por esa razón me inscribieron en varios clubs de atletismo. Fui corredor, de 400 mts. planos. Más tarde me enviaron a la escuela de música, y entonces me familiaricé con la música clásica, que aprecio hasta el día de hoy, la adoro, y la entiendo mejor que todos los otros tipos de música.

Pero mis padres no le daban especial importancia al teatro, por ejemplo, y por lo tanto no me desarrollé en esa dirección. Pero la ciencia y la tecnología eran muy importantes tanto como para mis padres como para mí. Tengo un impulso natural de ocuparme en la ciencia. Y recuerdo que por mi cuenta me uní a clubs infantiles donde se prestaba especial atención al estudio de la física, astronomía, y otras ciencias. Entregué todas mis fuerzas y conocimientos a esto.

En otras palabras, un niño se desarrolla bajo la influencia del entorno: la influencia de los padres, el ambiente circundante, el lugar donde vive el niño, y las oportunidades que este ofrece. En última instancia, todo esto desarrolla a una persona de una forma diversa; más aun, parte de estas inclinaciones se desarrollan más, algunas menos, mientras que otras son suprimidas por completo.

El entorno en el cual una persona nace y se desarrolla a través de todos los ejercicios de la niñez, lo restringe, y forma su libre albedrío. Y una persona continúa su vida así. Ni siquiera diría que tenemos libre albedrío en esto. Tal vez un poco, pero incluso lo que está ahí lo tomamos de nuestro entorno. Es un asunto de maneras o amigos que sucede que están cerca de una persona como por accidente y lo impregnan con ciertos valores.

Además necesitamos reconocer la importancia de la experiencia que acumulamos en todas nuestras vidas previas, de las así llamadas reencarnaciones de las cuales recibimos Reshimot (genes de información). Yendo de encarnación en encarnación, una persona lleva con él todo su potencial de desarrollo acumulado. En otras palabras, tras nacer, una persona no sólo se desarrolla a través de la influencia de una sociedad cada vez más moderna, sino que dentro de un ser humano aparecen nuevas inclinaciones de generación en generación, las cuales llamamos genes de información (Reshimot), y él o ella se desarrollan bajo su influencia. Esto se siente especialmente en nuestra época.

Si observamos a los niños, vemos que rápidamente comprenden cualquier objeto moderno mucho mejor que nosotros; es como si hubieran nacido preparados para ello, habiendo hecho las aclaraciones necesarias y presentando las cualidades que pueden ayudarlos a percibir el mundo moderno. Al fin y al cabo, ¡vean cuán hábilmente manejan las computadoras, los teléfonos móviles, u otras innovaciones! Pero con nosotros todo es diferente. Si alguna vez necesito entender alguna tecnología nueva, confío más en mis hijos. Es como si ya las hubieran manejado, parecen tener una habilidad nata para sentir la naturaleza de esas cosas nuevas y entender cómo trabajar con ellas por completo de forma natural ¡Es como si fueran “niños índigo” o extraterrestres!

Tomando a eso niños como ejemplo, podemos ver que evidentemente, existen genes de información, Reshimot, que evolucionan y son transmitidos de generación en generación. Le llamamos a este proceso reencarnación, pero en realidad, no hay nada místico en ello.

Como estamos descubriendo hoy, todos estamos conectados mutuamente, y entre nosotros existe un campo común, del tipo del campo gravitacional o magnético. Este es un campo de pensamientos y deseos que nos enlaza a todos por encima del tiempo y la distancia. Existimos dentro de este campo y de esta manera transferimos el uno al otro, o de generación en generación, la información adquirida por nosotros. Por lo tanto, no es sorpresa que nuestros cuerpos físicos, que existen dentro de este campo, detecten nueva información, y así una nueva generación inmediatamente queda preparada para entrar correctamente a una nueva época.

(66629 De KabTV “Una nueva vida” Episodio 3, 29 del diciembre del 2011)0

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