En un momento crucial de la evolución

Cambiamos de generación en generación en el proceso de la evolución, y tras miles de años de nuestro desarrollo llegamos a un estado especial en el que existimos sobre esta tierra como una sociedad global integral, dominantes del conocimiento y la capacidad. En el proceso de nuestro desarrollo, recibimos fortaleza, intelecto, y la habilidad de ver y percibir muchas cosas, todo lo que no teníamos antes.

Todas las formas, aun poco placenteras, debemos asumirlas durante todos los estados que experimentamos, al final nos llevan a algunos estados perfectos al final del camino. No vemos su fin ya que aún estamos en el proceso de desarrollo, pero esperemos pronto poder sentir esos estados.

Necesitamos aprender a hacer lo necesario con el fin de asegurarnos un proceso fácil, amable, y cómodo de desarrollo para nosotros mismos, el cual nos llevará al brillante futuro, a la seguridad, prosperidad, y una vida feliz.

Al atravesar varios estados en el proceso de desarrollo, vemos que no somos realmente capaces de controlarlos. Ciertamente, tratamos de hacer nuestra vida más confortable, cambiamos la sociedad, la estructura de la familia, el sistema de educación, la cultura, y nuestras relaciones mutuas, mientras todo el tiempo tratamos de llevarnos a un estado mejor, más confortable. Nos esforzamos precisamente hacia eso ya que somos solamente el deseo de recibir placer de la vida, y al grado que sea posible tratamos de obtener esos placeres. Este proceso sucede gradualmente, y cada vez usamos los medios disponibles para nosotros en ese momento.

Cuando queremos cambiar nuestra vida, nos basamos en los logros científicos. Estudiamos para ver qué más podemos extraer de la naturaleza, y por encima de todo, de qué manera podemos imitarla para organizar nuestra vida; qué leyes de la naturaleza pueden ser usadas para protegernos. Por ejemplo, es útil para nosotros conocer el pronóstico del clima: qué condiciones nos esperan en cada estación del año. Necesitamos estudiar la naturaleza del hombre con el fin de proveernos de servicios de salud, medicamentos, para desarrollar tecnologías que hagan más fácil el trabajo del hogar, tales como lavadoras, procesadores, y otros aparatos domésticos.

En otras palabras, sobre todo nos preocupamos por asegurar condiciones confortables para nuestra existencia. Al mismo tiempo, tratamos de evitar los sufrimientos tanto como sea posible, tanto el pequeño sufrimiento privado como el gran, sufrimiento global, y junto con eso, tratamos de obtener placer de cada estado. Esta es la naturaleza del hombre, y todos nuestros esfuerzos están dirigidos hacia satisfacer nuestras necesidades naturales.

Nos desarrollamos a través de la influencia de impulsos internos. En cada momento, en cualquier etapa de desarrollo, un nuevo deseo surge en cada uno de nosotros y nos esforzamos por satisfacerlo. Si nos vemos desde fuera, veremos que nos comportamos como niños pequeños en los cuales los deseos cambian cada minuto. Ahora quiero comer, ahora beber, después dormir, y después de eso ver algún programa interesante en la T.V. Y para colmo, además soy obligado a ir a trabajar….

En otras palabras, constantemente me estoy desarrollando bajo la influencia de varias fuerzas. Una de ellas me empuja desde atrás: tengo que trabajar y prepararme las necesidades vitales; después de todo, nada sucede mediante agitar una varita mágica, y el placer que deseo no llega a mí por su cuenta. Esto sólo sucede en el paraíso, no en la vida real.

Y aquí, antes que nada, surge una pregunta: ¿De dónde viene nuestro deseo? Parte de este está determinado por la fisiología de nuestro cuerpo, que en ciertos momentos debe satisfacerse con comida, tiene que descansar y dormir. Y entre esas actividades, desea deleitarse con algo interesante.

Dividimos todos nuestros deseos en deseos por comida, sexo, y familia. Esta es una base sin la cual no podemos existir, justo como cualquier otra parte del mundo animal. Y aparte de esta vida animal, deseamos tener intereses dignos de un ser humano. Y eso incluye dinero, poder, honor, conocimiento, cultura, educación, religión, y muchas otras cosas similares que nosotros mismos desarrollamos u necesitamos no menos que comida, sexo, y familia. En ocasiones, estamos dispuestos a sacrificar la comida, el sexo y la familia sólo para recibir una mejor educación, hacer descubrimientos científicos, enriquecer nuestra vida cultural. Hay personas que están preparadas para literalmente sacrificarse a sí mismos para volverse ricos, lograr la fama, o ganar poder. Y entonces la comida, el sexo, y la familia ya no son tan importantes para ellos; apenas si prestan atención a eso, sólo lo suficiente para lograr lo que desean.

Todos esos deseos están mezclados dentro de nosotros, y cada uno trata de realizarlos de acuerdo a sus posibilidades. Pero existe un conjunto completo de ellos en cualquier persona, y los medios a través de los cuales él o ella están listos para realizarlos depende de la educación y el desarrollo de la persona.

(66633 De KabTV “Una nueva vida” Episodio 3, 29 de diciembre del 2011)

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *