Como pez en la red

Pregunta: ¿Cómo debemos proceder para la difusión masiva y qué debemos hacer diferente de lo que hemos hecho hasta ahora?

Respuesta: En algunas personas el deseo de revelar una realidad perfecta se despierta por sí mismo. Estas son las personas con «un punto en el corazón». Hacen preguntas como, «¿Cuál es el propósito de mi vida?  ¿Para qué estoy viviendo? ¿Qué me da la vida?» De ninguna manera esto tiene que deprimirlos, o quizá sólo un poco. Pero lo más importante, hay una pasión ardiendo en su interior. Ellos sienten que hay algo oculto de este mundo, que hay algo más que opera en la realidad.

Realmente, todos se enfrenta con esta pregunta, pero la mayoría de las personas la sofocan. Sin embargo, no todos son capaces de ahogarla. Estas personas son «barridas» hacia nuestra costa, similar a la manera en la que una carga eléctrica en un campo magnético se mueve hacia la fuente, llevada por la fuerza de atracción. La gente llega a nosotros sin saber cómo ni por qué. El hecho es que todos estamos dentro de un solo campo de la información, la naturaleza o el plan de la creación, y precisamente tenemos las fuentes primarias que se originan de ahí, de las respuestas a las preguntas eternas.

A grandes rasgos designamos a estas personas como el 1% de la humanidad. Su número crece de un día para otro, y se despiertan en todo el mundo: en el helado norte y en un pueblo de Nigeria, en Japón, China, Chile, y… en el centro de Europa. El punto en el corazón no depende de la geografía. Es un signo de una nueva fase de desarrollo. Gradualmente empezará a despertar en todos, pero por ahora nosotros somos la primera generación que aspira a descubrir para qué vivimos. Nuestro deseo egoísta ha alcanzado  la etapa en la que exige alcanzar el sentido de su existencia.

Esta ya es una pregunta que hace un ser humano en vez de un animal, cuyo único interés es sólo organizar su vida de la mejor manera. Precisamente al ser humano que hay en nos pregunta, «¿Para qué estoy viviendo?» Para la gente así, tenemos un método que está listo. Ellos comienzan a estudiar y a recibir explicaciones.

Pero, ¿qué debemos hacer con los demás? Nunca pensamos que tendríamos que dirigirnos a quienes no se hacen la pregunta acerca de la causa y el propósito de la vida. Sin embargo, los acontecimientos que ocurren hoy en día nos obligan a actuar. La crisis ha llegado y la humanidad se encuentra en un callejón sin salida con los líderes del mundo sin saber qué hacer, como si fueran niños pequeños. Ellos se reúnen en las  conferencias del G-8 y del G-20, pero no hay respuesta. Toman decisiones a gran escala, pero las decisiones no funcionan.

El problema es que el mundo se ha vuelto un sistema global cerrado, mientras que ellos no son globales. Por el contrario, son individualistas y egoístas. Por lo tanto, no saben cómo abordar de la manera correcta los problemas globales modernos.

La ciencia de la Cabalá dice que en estos tiempos tenemos que salir al mundo y difundir el conocimiento sobre la nueva situación en él. Obviamente, tenemos que actuar sin presionar a nadie y sin despreciar a la gente, sino que por el contrario, tenemos que ser tan amigables como nos sea posible y aproximarnos a la gente de la forma más cómoda para ellos. Tenemos que darles una explicación del hecho de que hemos entrado en un nuevo sistema de interconexión y por lo tanto, que todas las formas anteriores de conexión ya no funcionan.

Tenemos que aprender este nuevo sistema y entender lo que significa nuestra interconexión universal. Es similar a entrar en un nuevo lugar de trabajo que es gobernado por medio de reglas que no conozco, y en el cuál primero debo encontrar su rumbo. Toma tiempo que te acostumbres a las normas aceptadas de comunicación, que entiendas el sistema, que encuentres los puntos de contacto en él, que comiences a pulsar los botones correctos, y a recibir las reacciones correctas…. Y eso es sólo una situación corriente de nuestro mundo.

En contraste con ello, la nueva interconexión que está revelándose entre nosotros hoy en día es contraria a nuestra naturaleza. No se corresponde con la cualidad interna y no puedo estudiarla. Primero tengo que cambiar en mi interior, y sólo entonces podré descubrir esta conexión integral que está revelándose hoy en todas partes: en los lugares de trabajo, en la industria y la producción, en la política y la economía, y en todas las relaciones entre nosotros, aun incluye la vida familiar.

Por lo tanto, lo primero que me exige es una voluntad de comprender. Si yo, un egoísta, entré en una empresa egoísta regular, entonces con el tiempo me gustaría establecer las relaciones adecuadas. Sin embargo, hoy estoy entrando en una sociedad integral en la que todos están interconectados como las células de un cuerpo, incluso si todavía no lo sienten. Eso significa que tengo que reconstruirme desde el interior, recibir corrección.

Resulta que la humanidad se encuentra en un estado crítico. Hoy en día cada persona tiene que cambiar y entender qué tipo de red ha descendido sobre nosotros. En esta red estamos aturdidos como peces, sintiéndonos incapaces de escapar de la conexión universal. Si no entendemos esta conexión, no seremos capaces de hacer nada en nuestro mundo. Después de todo, dependemos unos de otros y por lo tanto, sin conocer las nuevas leyes, no seremos capaces de hacer contratos, de mantener el sistema bancario, la producción y el comercio, el intercambio de bienes y el conocimiento….

Las puertas que estaban abiertas para nosotros antes está cerrándose, y los mecanismos que han estado trabajando están llegando a su fin. «Esta es una crisis», decimos, pero no es una crisis normal y por lo tanto, no podemos controlarla. Este estado inusual, poco convencional, y completamente nuevo es lo que tenemos que explicar al mundo.

Además, tenemos que explicar cómo podemos cambiar en concordancia con el nuevo sistema global. Después de todo, en esencia, la naturaleza nos invita a ser parte integral de ella. Anteriormente, cada uno de nosotros inflaba sus propias y egoístas «burbuja», se tragaba los recursos del medio ambiente. Pero hoy, a pesar del enorme egoísmo, tenemos que establecer una interconexión y unirnos entre nosotros sobre la base de los principios de ayuda y apoyo mutuos, al igual que las partes de un cuerpo. Y eso es muy opuesto a nuestro beneficio personal.

Por lo tanto, para cambiar, tengo que involucrarme en una presión externa, o dicho de otra forma, crear un entorno. Es similar a la manera en la que los padres están atentos a saber quién es el amigo de su hijo debido a que su entorno de hoy, es su mañana. Así formo para mí, de manera artificial, un entorno que me influya por todos los lados. Al hacerlo, es como si me sacara yo mismo del pantano tirándome del cabello, porque creo un entorno maravilloso, apropiado para mí porque este cultiva el enfoque correcto en mí y me dota con los nuevos valores globales, integrales que me faltan.

Puedo construir este entorno de manera artificial, pero cuando este me influye, yo cambio en realidad. Entonces añado nuevos «ladrillos» a él para que me proporcione un apoyo aún mayor, para que pueda consolidarse aún más, ser interconectado y global, y luego me influya de nuevo.

Así me formo y me saco del egoísmo y del individualismo dentro de la unidad general. Al mismo tiempo, yo estudio el enorme sistema de la naturaleza y, en esencia, llevo a cabo la obra del Creador. No tengo ningún lugar de donde tomar un ejemplo, además de los libros escritos por los cabalistas que ya lo han hecho. De la mano de los científicos modernos, que nos explican qué es la naturaleza global.

Al final del día, es como si estuviéramos jugando: Nosotros nos convertimos en un juego que nos eleva. Es lo mismo que los niños pequeños que crecen y se vuelven más inteligentes, mientras «juegan». Al actuar de esta manera, empiezo a comprender este enorme sistema y desde allí veo cómo construir nuevos mecanismos con nuestras relaciones.

Así salgo yo de la crisis y comienzo a entender que esta no es una crisis en absoluto, sino un juego, un juego de Lego desarmado que tenemos que armar. Al poner juntas las piezas de una totalidad rota, al igual que un niño, yo me desarrollo hasta alcanzar el nivel de este sistema completo.

Por primera vez en la historia, nos enfrentamos a la necesidad de construir la nueva sociedad humana, por nosotros mismos, de crear un sistema de interconexión adecuado de pequeños egoístas. De esta manera revelaremos este sistema y empezaremos a vivir en él todos juntos con una mente y un sentimiento comunes, y entonces nos elevaremos a una mente y un sentimiento de que están por encima de la vida actual e individual de cada uno de nosotros. Esta se volverá la revelación del mundo oculto.

Tenemos que realizar este trabajo nosotros mismos en nuestro sistema global. Y también tenemos que explicarlo a los demás. La humanidad tendrá que hacer que esto suceda. De lo contrario no lograremos atravesar la crisis. Esta ejercerá una presión muy fuerte sobre nosotros hasta que nos dediquemos a realizar esta tarea, de igual forma que los padres presionan a los niños para que estudien.

(54618 – De la lectura en Miami del 9/14/11)

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