Como Rabí Akiva

Pregunta:

Mientras hablaba sobre la diseminación, una vez dijo: “Si no maldice al Creador, puede ir a las masas”. ¿Trabaja para justificarlo a través de las masas?

Respuesta:

Depende de qué grado. Está escrito, “No creas en ti mismo hasta la muerte de tu egoísmo”. Puedo ser conducido a través de tales estados, tormentos, visiones… Nadie puede responder por sí mismo. No soy el rabino Akiva que fue desollado.

Es una alegoría y la verdad, el grado final del egoísmo es la piel que cubre el alma.

Pregunta:

¿Hasta qué punto un cabalista es guiado a través de pruebas tan poderosas?

Respuesta:

Cualquier persona, incluyéndote a ti. Y no hay otro lugar al que ir que no sea elevarse por encima de estas correcciones de tal manera que las sienta como redención en lugar de sufrimiento.

Si rechazamos nuestro egoísmo con la ayuda del grupo, con la ayuda de la luz que atraemos cuando estudiamos Cabalá, percibimos lo que nos sucede como una medicina, como la medicina de la vida.

Si no rechazamos el egoísmo —nuestro cuerpo, por así decirlo, el cuerpo no significa nuestra carne con la que nos identificamos sino el egoísmo— entonces sentimos un sufrimiento enorme, como si nos estuvieran desollando. Y sin embargo llegamos a la corrección. Pero estos son tormentos enormes, muy prolongados, experimentados de la manera más difícil.

Es por eso que la Cabalá nos fue dada para hacerlo de manera diferente, para elevarnos por encima del ego y separarnos de él. Cuando realizo la primera restricción (Tzimtzum Alef ) sobre él, ya no siento lo que le sucede al ego; ya no es mío, es como si hubiera recibido anestesia. 

Después, me separo tanto del ego que no siento que me pertenezca: no es mi cuerpo, no es mi egoísmo. Es como si saliera de él y existiera por separado en la cualidad de otorgamiento.

Pregunta:

¿Debemos llegar a tal grado como lo hizo Rabí Akiva para que incluso en esta situación encontremos una manera de justificar al Creador?

Respuesta:

Sí, así tienes que separarte de tu anterior cuerpo egoísta, deseos egoístas.

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