Elevándose por encima del odio

Comentario:

Dijo que hay dos tipos de odio: el odio en el camino espiritual y el odio de las personas externas. Los amigos del grupo se enfrentan al primer tipo de odio, que es un rechazo beneficioso. Pero también existe el odio dañino que proviene de la gente de afuera.

Mi respuesta:

El odio que viene de la gente de afuera es un pequeño odio a nivel material. Conduce al asesinato, al exterminio y a todo tipo de problemas, pero en el nivel animado. Este odio no forja, destruye, como los niños en un cajón de arena que no juegan juntos y se destruyen mutuamente las formas construidas.

Necesitamos pensar en el otro odio que surge cuando pretendemos acercarnos unos a otros. Entonces surge un rechazo entre nosotros que necesitamos superar. Este es un odio particular en el camino.

En la medida en que luchas por la unidad, revelas tu naturaleza que la resiste y construyes una conexión por encima de ella, como poner ladrillos y elevarte por encima de esta mampostería.

El odio es como bloques. Quieres apuntar hacia otro, pero enfrentas una pared frente a ti. Mientras escalas este muro para acercarte a los demás, te enfrentas a otro muro. Lo subes y hay otra pared. Y así te elevas por encima de la pared hasta llegar a su cima.

Es el odio que forja; te da cualidades, fuerza material y al elevarte sobre él, formas una conexión. Te da la propiedad del amor y el otorgamiento. Llega de todas las formas que entienden: porque se desagradan, se desprecian y se repelen mutuamente. El reverso de esto, como un guante al revés, es el amor.

No se entiende lo que es el amor porque, en realidad, no sabemos lo que es. No sabemos cómo unirnos o tratarnos con bondad. Hoy todo se basa en interacciones humildes mutuamente beneficiosas.

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