Cómo vivir en la nueva aldea global

international-kabbalah-congress70x70_preview1El egoísmo se convirtió en un factor de desequilibrio, pero no quiere decir que tenga que eliminarse, sencillamente tenemos que ajustar la forma en que lo utilizamos.

El deseo egoísta crece dentro de nosotros y si no «reajustamos el programa» como corresponde, cada período de su crecimiento agravará nuestra condición, que así como está, deja mucho que desear. Esta ley de existencia armoniosa en la Naturaleza quiere decir que hasta que instalemos el programa llamado «interacción humanística» no iniciaremos el sistema.

El principio fundamental de esta interacción es relacionarse con otro ser humano como si fuera un miembro cercano de la familia. Mientras que el sistema actual establece condiciones para que una persona utilice a otra, en el nuevo sistema será impensable. Sería comparable a poner la mano en el fuego o robar a su propio hijo.

Al la larga, perderemos si persistimos en seguir las antiguas reglas del juego. Podemos continuar peleando entre nosotros como si alguien fuera bueno y otro malo, y explotarnos unos a los otros. Mientras los lazos que nos unen se encuentren rotos, nada podrá ayudarnos y la crisis se profundizará. Por lo tanto, nos queda una sola opción, unirnos elevándonos sobre nuestro ego. El verdadero vínculo significa que tenemos que comportarnos como las personas que viven en una «aldea» en donde todos se cuidan entre sí.

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