¿Confiaría su vida a los demás?

spiritual2520food2520is2520the2520light2520that2520filRecibí una pregunta: ¿Por qué la gente no puede desarrollar el instinto de amor por su prójimo igual que los animales lo hacen mientras se encuentran bajo presión o circunstancias difíciles y sufrimiento? Este parecería ser el camino más natural de evolución hacia el desarrollo.

Mi respuesta: Usted tiene razón: si las personas estuvieran en el mismo nivel de desarrollo de los animales, realmente podrían desarrollar algún tipo de instinto como las abejas, las hormigas y las células humanas. Por ejemplo, una célula en el organismo tiene la capacidad de presentir que si no se une con una segunda célula y con una tercera y una cuarta, perderá la fuerza de vida. En otras palabras, dos células que se encuentran  separadas logran darse cuenta del mal y llegar a comprender que, «Debemos unirnos con el fin de vivir más y mejor».

En el proceso de unificación, las células llegan a entender ampliamente el beneficio de la unidad, y entonces empiezan a separarse conforme a la «especialidad» de cada célula: algunas se convierten en células del corazón, otras de los pulmones, del cerebro, sin embargo, ninguno de los órganos puede existir separadamente. Cada órgano tiene la seguridad de que los demás se ocuparán de él.

Antiguamente, una célula podía existir por sí misma, completamente sola. No obstante, al unirse, las células descubrieron que la especialización originaba una forma de existencia más elevada. Y para que esto sucediera, cada célula debía rechazar su vida personal y empezar a vivir la vida de todo el organismo.

De esta forma, la célula literalmente confía su vida a las otras células. Da su vida por ellas, porque al especializarse y convertirse en una célula del ojo, por ejemplo, deja de realizar otras funciones. Confía en que otra célula será su corazón, y otra célula será el cerebro y una más los pulmones.

¿Y qué papel desempeñan los pulmones? Ellos respiran para todo el organismo aunque en realidad prácticamente no necesitan oxígeno para sí mismos. Lo hacen porque todo el cuerpo necesita el oxígeno para existir. Y las otras células tienen una fe absoluta en que los pulmones proveerán el oxígeno necesario, porque todos ellas se encuentran dentro de la garantía mutua.

Así es como las células madre (minúsculas células universales) se convierten en células de diferentes tipos: del cerebro, los pulmones, el corazón, etc. Y así es como los órganos se formaron y los organismos vivientes empezaron a desarrollarse.

Los biólogos creen que esto ocurrió «por sí mismo». Pero en realidad, este proceso sucedió debido a la revelación de los Reshimot (genes de información) que se implantaron en la creación desde el principio y se revelan en un orden específico. Según ellos, ahora debemos conscientemente lograr un cierto tipo de unidad en la sociedad humana.

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