Conoce lo que realmente quieres

Antes de empezar a estudiar, a “comprometerme con la Torá”, la clave es que sepa qué y por qué estoy estudiando y qué es lo que conseguiré de esto. La Torá es el único medio que pude ayudarnos a alcanzar la meta.

Probablemente existen múltiples condiciones para aquello, pero todas estas son necesarias solamente con el fin de formar una correcta conexión para nosotros con la Torá.

“La Torá”, es la Luz Superior que nos afecta y reforma para que lleguemos a conocer al Creador, la Fuerza Superior, y apreciarlo como el Dador, como el amor mismo, el cual se encuentra por encima de nuestra esencia: el deseo de recibir placer.

Es por esto que el libro de rezos se abre con una bendición especial que  la realizamos antes del estudio: Damos gracias por la oportunidad de estudiar la Torá. Una persona siente que vale la pena estudiar la Torá, la cual es designada solamente para la corrección de la inclinación al mal. Esto se describe como: “Yo creé la inclinación al mal, y la Torá como su condimento”.

Si no fuera por la inclinación al mal, el Creador no hubiera creado esta Luz especial, el único sistema para reformarnos. Y ahora, viendo que el mal interior se revela, una persona verdaderamente necesita la Torá. Y si este no fuera el caso, una persona no estudiaría  la Tora ya que no está conectada con el sistema que le enseña acerca de los cambios internos.

Necesito llegar a estar consciente de mi mal y desear deshacerme de él; necesito entender que no existe otra forma fuera de esta y solamente la Luz Superior me reformará. Entonces, regresaré al Creador en la manera correcta.

El camino puede ser largo. La mayoría no tienen ni un indicio de este, mientras que otros piensan que practican la Torá aunque realmente no sea así: para ellos, la Torá no es un instrumento de corrección y ascenso hacia el Creador

En primer lugar, una persona tiene que descubrir cuál es la parte interna de él que necesita ser corregida. Yo no pienso en lo que conseguiré de la Torá, sino, qué es lo que tiene que reformarse en mí. Después de todo, la Torá es un “condimento” que oculta la Luz que Reforma. Entonces, ¿Qué está corrupto en mí? ¿Qué requiere corrección?

Debo visualizar ambas formas, la corrupta y la corregida, tan claro como sea posible y esperar la liberación, la fuerza que me ayudará a pasar del primer al segundo grado espiritual. Habiendo construido este claro cristal, un sistema preciso, yo anticipo y pido asistencia desde Arriba para que todo aquello llegue a realizarse.

Si la inclinación al mal es el mal para mí en realidad, si entiendo que es a la corrección  a la cual estoy determinado a ir, entonces atraigo la fuerza de la Torá, la Luz que desciende y me reforma. Y es ahí cuando realmente hago “un compromiso con la Torá”.

(29938 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 12/16/10, “Introducción al Libro del Zohar”, artículo “Las cartas de Rabbi Amnon Saba”)

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